Una flotilla de globos aerostáticos se elevó el sábado en el despejado cielo desértico, dando inicio a un colorido ascenso en masa en el 52do Festival Internacional de Globos de Albuquerque.
El evento de nueve días atrae a Nuevo México a miles de espectadores y pilotos cada otoño para aprovechar la infrecuente oportunidad de mirar de cerca el proceso de desempaque e inflado de los gigantescos globos.
Los globos se elevaron entre gritos de alegría tras un breve retraso producido por el clima y fueron empujados por una suave brisa. Los quemadores de propano rugían y cientos de globos —con formas que iban de lo tradicional a lo caricaturesco— se elevaron para salpicar el cielo de color.
En tendencia:
La densidad del agua
Gobierno instaló formalmente el Gabinete Específico del Agua
¿Debería ser tanta la diferencia? Carreteras de El Salvador en mucho mejor condición que las nuestras
Agente de PNC acepta culpa por permitir operaciones de red de trata "Los RS" y juez ordena su despido
CSJ duda de legalidad de resolución de oficio, CC rechaza señalamientos
“La elevación en masa es simplemente mágica, diferente de cualquier cosa en el mundo que yo haya visto”, dijo Paul Kluzak, de Phoenix. Ha acudido antes dos veces y llegó este año llevando un sombrero de unos 30 centímetros (1 pie) de alto, semejante a un globo aerostático, y con su cámara colgando del cuello. “Verlos todos al mismo tiempo es simplemente fantástico”.
Su acompañante, Heather Kluzak, dijo que las palabras difícilmente pueden expresar la emoción del evento.
“Nos gusta ser parte de ello”, dijo. “Es divertido estar en el campo” en que los globos se inflan y se elevan.
El festival de este año incluye 106 globos de formas especiales, 16 de los cuales harán su debut en el evento. Entre ellos está Mazu, construido en honor de la diosa del mar cuyo nombre está profundamente arraigado en la cultura y las tradiciones taiwanesas.
Generalmente, las altas temperaturas del amanecer ayudan a los pilotos a mantenerse por más tiempo en el aire o a llevar más peso. Pero el aire matutino fue inusualmente cálido el día de la inauguración.
Se espera que las temperaturas mínimas de la mañana y las máximas de la tarde estén por encima del promedio por varios días, en una ciudad que, el lunes, registró su temperatura más alta del año, con 33.8 grados Celsius (93 grados Fahrenheit), según el Servicio Meteorológico Nacional.