El presidente Jair Bolsonaro. Foto la hora: Eraldo Peres/Ap.
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Por DAVID BILLER
BRASILIA
Agencia (AP)

El presidente Jair Bolsonaro lanzó un programa de empleo basado en gran medida en estímulos fiscales, estrategia con la que pretende facilitar que más de 12 millones de desempleados obtengan trabajo en Brasil.

El gobierno intenta crear 1,8 millones de puestos de trabajo para personas de entre 18 y 29 años y casi un millón de empleos adicionales para fines de 2022, afirmó Rogério Marinho, secretario de Seguridad Social y Trabajo.

El paquete está siendo implementado mientras el país padece una tasa de desempleo de dos dígitos y varios países sudamericanos se han visto sacudidos por protestas, incluido Chile, derivadas en parte de las dificultades económicas. La economía de Brasil se dirige a su tercer año consecutivo con un crecimiento de apenas 1% después de dos años de profunda recesión, y la paciencia se empieza a agotar.

Según Marinho, los costos laborales se reducirán hasta en un 34% con el programa para jóvenes. Otras medidas incluyen el estímulo de microcréditos para aquellos que actualmente no pueden recibir préstamos, y flexibilidad para trabajar en feriados y domingos. Políticos de izquierda se han opuesto en otras ocasiones al trabajo dominical, con el argumento de que se abre la puerta a la explotación.

Las normas ya entraron en vigor, pero aún falta que el Congreso las ratifique.

Los estímulos fiscales del gobierno tienen el objetivo de alentar a los empleadores a contratar a jóvenes sin experiencia laboral y que a menudo deben conformarse con empleos informales de bajo salario. El programa concluiría a finales de 2022.

“La propuesta ataca un defecto del mercado. Los jóvenes no tienen experiencia, así que no consiguen empleo. Debido a que no consiguen empleo, no obtienen experiencia”, dijo Marcelo Neri, economista que dirige el departamento de políticas sociales en la universidad Fundación Getulio Vargas. “Más aún, es el grupo de gente que más ha sufrido en los últimos cinco años”.

El desempleo en Brasil se disparó durante la recesión de 2015 y 2016 y desde entonces ha permanecido en dobles dígitos. Hace tres años, el predecesor de Bolsonaro, Michel Temer, propuso una reforma laboral para estimular la creación de puestos de trabajo. Sin embargo, la mayor parte de los empleos desde entonces se han dado en trabajos informales o de medio tiempo.

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