Roma
Agencia (dpa)
El ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, se manifestó hoy imperturbable ante la posibilidad de medidas sancionadoras de parte de la Unión Europea por la disputa con Bruselas sobre el presupuesto italiano.
«Nos faltan los inspectores, los cascos azules de Naciones Unidas y las sanciones contra Italia», dijo el también viceprimer ministro y líder del partido ultraderechista Liga, en declaraciones a la emisora Rai Radio 1.
«No bromeemos. Hemos constatado (….) que las medidas presupuestarias de los últimos cinco años (de los Gobiernos de) Monti, Letta, Renzi, Gentiloni, que fueron aplaudidas por Bruselas, no han sentado bien a Italia», añadió. Es por ello que el Gobierno actual ha decidido hacer precisamente todo lo contrario, dijo. «Si tan solo se imaginan que van a poner sanciones al pueblo italiano, entonces se han equivocado», añadió Salvini.
Como Italia quiere mantener sus planes de seguir endeudándose, el país se encamina a que la Unión Europea le abra un proceso por exceso de déficit. El resto de países del bloque podría exigir a Italia más disciplina en las cuentas presupuestarias. Si Roma infringe esa disposición, los ministros de Finanzas del bloque podrían, en teoría, imponer sanciones económicas.
El país está infundiendo un gran nerviosismo en los mercados financieros debido a esta disputa. El viceprimer ministro Luigi Di Maio aseguró anoche que su país mantenía los objetivos presupuestarios que se había marcado en las cuentas públicas. «Creemos que este presupuesto es lo que el país necesita para recuperarse», dijo, después de un consejo de ministros donde se analizó el tema.
La Comisión Europea rechazó el presupuesto presentado por Roma y pidió que se elaborara de nuevo. El plazo para hacerlo expiró ayer y en una medida sin precedentes la respuesta de Roma fue mantenerlo.
Roma defiende sus planes frente a Bruselas debido al mal desempeño de la economía, que no crece desde hace años. Es una prioridad hacer que crezca, dijo el ministro de Finanzas, Giovanni Tria.
Además dijo que había que afrontar las dificultades sociales surgidas de la mala situación económica del país.
