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BUENOS AIRES
Agencia/AP

Los líderes sindicales advirtieron hoy al Gobierno de Mauricio Macri que no aceptarán un techo de 25% en las negociaciones que comenzarán en los próximos días para actualizar los salarios con el fin de compensar el efecto de la inflación.

Hugo Moyano, titular de uno de los dos sectores en los que se divide la Confederación General del Trabajo, dijo a la radio La Red que el ministro de Trabajo Jorge Triaca «no puede» poner «ese tope» a las negociaciones salariales y que si el funcionario busca establecer límites, la principal central obrera comenzará «a hablar en otro idioma».

Desde la asunción del conservador Macri como presidente hace cerca de dos meses, Moyano mantiene un perfil conciliador a la espera del inicio de las conversaciones sobre los salarios que empresarios y sindicatos mantienen anualmente y en las que el gobierno actúa como árbitro y de la propuesta de las autoridades para actualizar el impuesto a las remuneraciones de los trabajadores que se presentará en marzo en el Congreso.

Durante la administración de la expresidenta Cristina Fernández (2007-2015) el dirigente del gremio de los camioneros fue uno de los sindicalistas más combativos.

Triaca había dicho previamente a Radio Mitre que «es posible» establecer un techo a las negociaciones del 25% a partir de las «medidas que el gobierno va a tomar» como el recorte del «impuesto a las ganancias», el tributo aplicado a los salarios, que mejorarían el bolsillo de los trabajadores.

«Son expresiones del ministro, pero cuando llegue el momento, cada organización (gremial) dirá cuál tiene que ser el tope. Si son paritarias libres, son paritarias libres», sostuvo el sindicalista.

Triaca dijo con anterioridad que los cambios en el impuesto a las ganancias que impulsará el gobierno serán «retroactivos a enero» y no descartó establecer negociaciones salariales cada seis meses.

Hugo Yasky, titular de uno de los sectores de la Central de Trabajadores de Argentina, dijo a la radio La Once Diez que la organización va a «defender (a los trabajadores de) la pérdida real del poder adquisitivo que está en una franja del 35% al 40%, sin contar el impacto que pueda tener el tarifazo que se anunció» en el servicio de electricidad.

Desde diciembre, cuando se produjo una devaluación del peso respecto del dólar de más de 40%, hubo fuertes aumentos en los precios de alimentos. Desde febrero rigen fuertes incrementos en las tarifas de luz de usuarios residenciales en Buenos Aires y sus alrededores. Además se esperan incrementos en el servicio de gas y la salud privada.

Roberto Baradel, secretario general del sindicato de los docentes de la provincia de Buenos Aires, adelantó que exigirán un incremento salarial de «entre el 35% y 40%» en las negociaciones que comenzarán esta semana en el sector y que marcarán una pauta de los topes que se fijarán en otras áreas.

«Tiene que haber un aumento que implique recuperar poder adquisitivo ahora y volver a sentarse en mayo para monitorear el tema de la economía», dijo el gremialista, quien anualmente amenaza con retrasar el inicio de las clases.

Argentina es el segundo país con más inflación en América Latina después de Venezuela.

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