Mannheim , Alemania
Agencia/dpa
La economía alemana se mantendrá estable en 2016 pese a las crisis mundiales y a la afluencia masiva de refugiados al país, estimó en declaraciones a dpa Clemens Fuest, el director del Centro de Investigación Económica (ZEW), uno de los principales institutos del país.
«El ocupación es alta, el Estado gasta más dinero, los hogares disponen de mayores ingresos, las jubilaciones aumentaron. Todo ello coadyuva para que el crecimiento reciba más impulsos del consumo interno», explicó.
Por el contrario, las exportaciones no marchan tan bien por la debilidad de las economías emergentes, en especial de China, el cuarto mercado para los productos alemanes.
«China es de seguro un riesgo para la economía alemana», afirmó Fuest. La desaceleración en China no provocará recesión en Alemania, pero frenará su crecimiento, abundó.
Fuest dijo que no cree que el flujo creciente de refugiados aporte ganancias económicas al país. La inmigración es primero una carga financiera para el Estado alemán, opinó.
El economista disintió de su colega Marcel Fratzscher, el presidente del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW), para quien los 15.000 de millones que tiene previsto invertir el Estado alemán en la integración de más de un millón de refugiados servirá para apuntalar la coyuntura, que de lo contrario se debilitaría con fuerza.
Fuest sostuvo que los gastos harán las veces de programa de estímulo coyuntural, pero por sí solos no serán positivos. «Los impulsos de la coyuntura y los beneficios económicos para Alemania son dos cosas diferentes que hay que separar. Alemania no necesita apuntalar la coyuntura porque la economía marcha bien».
El experto, que este año sucederá a Hans-Werner Sinn al mando del instituto Ifo, sostuvo que Alemania es un país estable con finanzas estables. «Es un buen momento para que nos llegue la ola de refugiados. Nos podemos permitir ayudarles».
