La economía de El Salvador se encuentra en un escenario de incertidumbre. Foto: La Hora
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La economía de El Salvador se encuentra en un escenario de incertidumbre desde los primeros días de mayo, ya que a seis días de que la calificadora de riesgo Moody’s Investors Service (Moody’s) rebajara su calificación de Caa1 a Caa3, y le otorgara una perspectiva negativa, el bitcoin, moneda de curso legal en el país vecino, se desplomó en los mercados bursátiles hasta por debajo de US$30 mil, el nivel más bajo desde julio del año pasado.

A diferencia de Guatemala que, según los informes de las calificadoras, ha mostrado buenos resultados macroeconómicos y disciplina en las finanzas públicas, El Salvador reflejó una mayor probabilidad de un evento crediticio –reestructuración, canje en dificultades o incumplimiento– con una “gravedad relativamente alta”.

De acuerdo con la tabla de calificaciones de Moody´s, esta rebaja coloca el riesgo soberano de El Salvador ocho posiciones por debajo de Guatemala, que tiene una de Ba1 con perspectiva negativa.

 

ALTA DEUDA PÚBLICA = RIESGOS DE IMPAGO

El aumento de probabilidad de incumplimiento crediticio se atribuye a que el país, gobernado por Nayib Bukele desde 2019, enfrenta un “cronograma desafiante” de amortización de deuda pública en un contexto de continua tensión de financiación.

Lo anterior significa que Moody’s ve con preocupación la falta de un “plan de financiamiento creíble” aumente los riesgos crediticios por el acceso limitado a los mercados internacionales debido a los rendimientos de su deuda externa.

Además, el panorama muestra un panorama complicado debido a que El Salvador tiene que amortizar bonos por US$800 millones en enero de 2023 y de 2025. La deuda actual tanto externa como interna es muy costosa para dicho país, por lo que el riesgo de impago aumenta.

De hecho, el Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó, en su visita a El Salvador en enero recién pasado que con las políticas vigentes, la deuda pública subiría a alrededor de 96% del PIB en 2026, advirtiendo que se constituye en una trayectoria “insostenible”.

Por aparte, la firma Fitch espera que la deuda salvadoreña alcance el 86.9% del PIB este año, “lo que aumenta las preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda a medio plazo”, dijeron los técnicos de la firma.

PRESIONES SE INTENSIFICAN HASTA 2023

Aunque las presiones de liquidez del país centroamericano se han aliviado un poco como resultado del aumento récord del 26.9% en los ingresos fiscales del año pasado, Moody’s cree que las presiones de liquidez se intensificarán en la segunda mitad de 2022 hasta el próximo vencimiento de bonos de US$800 millones en enero de 2023, comprometiendo de esa forma su capacidad para “cumplir con sus compromisos de deuda en su totalidad”.

 

PERSPECTIVA NEGATIVA

La perspectiva negativa de la calificación Caa3 refleja la opinión de Moody’s sobre que la probabilidad de que el endurecimiento de las condiciones financieras externas y la disponibilidad limitada de alternativas de financiamiento puedan resultar en pérdidas para los inversionistas.

EL BITCOIN CAE EN LOS MERCADOS

Para terminar de inyectar preocupación a la economía salvadoreña, el precio de la criptomoneda más popular del mundo, bitcoin se ha desplomado más de 50% desde sus máximos históricos, ya que luego de haber alcanzado un récord aproximado de US$68 mil cayó a US$30 mil la tarde del pasado miércoles, en el mayor desmoronamiento en la corta historia de la moneda digital.

De acuerdo con el medio de noticias Bloomberg Línea, las compras totales de criptomonedas de El Salvador ascienden a 2,301 bitcoins, con la caída del precio, han perdido aproximadamente un 28% del valor al que fueron adquiridos.

Lo anterior significa, según la misma firma, que los US$103 millones que pagó el gobierno de Bukele ahora valen US$74 millones.

Esta caída repercute directamente en los bonos del Gobierno de El Salvador, pues en septiembre de 2021, Bukele convirtió a su país en el primero en establecer el bitcoin como moneda legal en curso, a la par del dólar estadounidense, y un mes después, anunció que convirtió unos US$25 millones de reservas nacionales a bitcoins.

 

En su momento, el FMI instó al país a eliminar el bitcoin como moneda legal, ya que expone a las finanzas públicas a las altas y bajas del activo digital en el mercado global.

Sin embargo, la insistencia de Bukele de mantenerla complicó las negociaciones con el Fondo, pues esta entidad indicó que podría aportar financiación de apoyo para que su administración cumpla con su próximo pago de deuda externa.

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