En un esfuerzo conjunto por prevenir los incendios forestales en Petén, la Asociación de Comunidades Forestales de Petén (Acofop) junto con otras entidades gubernamentales lanzaron la estrategia: “El fuego no perdona ¡Evitemos los incendios forestales!”, con el que se trabajará en la etapa de preparación y respuesta para la temporada de incendios en la Reserva de la Biósfera Maya.
Acofop considera importante participar y ejecutar esta estrategia en las áreas concesionadas, al considerar que las concesiones forestales comunitarias han logrado “significativos resultados en su labor de prevención y combate de incendios forestales”.
De acuerdo con registros de los puntos de calor detectados en Petén a lo largo de los años, se muestra que menos del 1% de los incendios que afectan la Reserva de la Biósfera Maya ocurren en las áreas concesionadas.
Dicho récord refleja en gran medida las prácticas de prevención, control y vigilancia territorial realizadas por la asociación en la zona de usos múltiples (ZUM) de la Reserva.
MÁS DE 300 MIL HECTÁREAS
Según Acofop, las organizaciones que pertenecen a su asociación tienen bajo su responsabilidad 398,300 hectáreas de bosque de la zona de usos múltiples en la Reserva de la Biósfera Maya.
En conjunto, Acofop y el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) implementan un manejo integral del bosque, aprovechando sosteniblemente los recursos naturales que albergan las áreas bajo concesión.
A nivel territorial existen diferentes grados de organización que permite la definición de roles para garantizar una Gobernanza Forestal Comunitaria exitosa, que se traduce en:
• Menos incendios forestales e invasiones.
• Más conservación ambiental.
¿CÓMO SON LOS INCENDIOS FORESTALES EN PETÉN?
De acuerdo con Acofop, los incendios que ocurren en Petén se derivan de una tendencia a nivel global en donde el cambio climático, con los cambios de temperatura y alteración en la precipitación pluvial, entre otros factores generan mayor riesgo de incendios forestales y aumentan la extensión y severidad de estos.
En el caso de Petén, durante la temporada seca en los últimos años, la severidad de los incendios ha llamado la atención nacional e internacional, renovando la preocupación por el patrimonio natural y cultural existente, y en especial dentro de la Reserva de la Biósfera Maya.
¿QUÉ ES LA RESERVA DE LA BIÓSFERA MAYA?
La Reserva de la Biósfera Maya es el hogar de varias especies en peligro de extinción o poco comunes, entre ellas el jaguar y la guacamaya roja, así como un conjunto de ruinas Mayas de renombre mundial; además, forma parte de una de las mayores extensiones de bosque tropical, generando beneficios ecosistémicos significativos, incluyendo la misma mitigación del cambio climático.
LAS ÁREAS CONCESIONADAS PROTEGEN LOS BOSQUES
A pesar de los incendios forestales que por años han puesto en peligro la Selva Maya, el trabajo de monitoreo y control que impulsan las comunidades en las áreas concesionadas ha logrado declarar a las zonas que cuidan libres de incendios.
Para mantener este récord, las comunidades organizan misiones de control y vigilancia, sobre esto la Red de Monitoreo Comunitario da mantenimiento a más de 500 kilómetros de brechas cortafuego.
Además, la tecnología de punta como el uso de drones, sistemas de localización geográfica (GPS) e información satelital con mecanismos de control y vigilancia territorial ha contribuido en la lucha contra los fuegos forestales.
ESTUDIO DE EFECTIVIDAD
En concordancia, el estudio Evaluando la efectividad del Control y Prevención de Incendios Forestales en la Reserva de la Biósfera Maya elaborado por PRISMA en el 2017, mostró que las organizaciones que manejan las concesiones comunitarias de Petén lograron mayor efectividad en la prevención y control de incendios en zonas forestales, por encima de los resultados alcanzados en las áreas protegidas estrictas.
El estudio documentó una cantidad de ejemplos de colaboraciones intercomunitarias, tales como patrullas rotatorias para las fronteras comunes entre concesiones, así como la puesta en común de recursos y la coordinación de información sobre las amenazas.
Asimismo, el estudio concluye que las organizaciones que conforman Acofop han demostrado gran capacidad y efectividad para enfrentar amenazas como los incendios forestales, reflejo de una estructura organizacional robusta y un fuerte compromiso para la conservación a largo plazo de los bosques de Petén.
TESTIMONIOS
Vania Ramírez, de la Cooperativa Técnica Ruta Las Cruces, relató sobre un incendio que acechó a su comunidad años atrás, los que son una amenaza para los ecosistemas y los seres humanos.
“Recuerdo que cuando tenía 9 años, tuvimos un incendio forestal que estaba a tres cuadras de mi casa y pasamos como 4 días con esa amenaza. Estábamos ubicados a la orilla del río, así que la comunidad iba a traer agua para intentar sofocar el incendio. Con mis 9 años, yo tenía miedo porque es realmente feo. Ese hecho me marcó y me impactó porque los árboles más antiguos se quemaron en esa ocasión”, detalló Ramírez.
Agregó que el temor más grande de la comunidad era que el fuego llegara a sus casas, ya que es difícil determinar cómo empieza un incendio, pero sí se sabe que “pasa haciendo mucho daño”.
“En las temporadas de incendios la comunidad hace turnos para ir a monitorear y se hace vigilancia de día y de noche. En la Cooperativa hay organización, se respetan las normas y protocolos para prevenir y manejar este tipo de situaciones”, expresó.
La Gobernación Departamental de Petén, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, el Ejército de Guatemala, el Instituto Nacional de Bosques, los ministerios de Agricultura, Ganadería y Alimentación y de Ambiente y Recursos Naturales, son algunas de las entidades que formarán parte de la estrategia de prevención.
