Nizhni Nóvgorod
DPA

Mientras los jugadores uruguayos se despedían llorando de Rusia 2018 bajo el aliento de una hinchada incansable, un enorme interrogante se abría sobre la continuidad del proceso de renovación más profundo y exitoso vivido por el fútbol «charrúa» en el último medio siglo.

La derrota en cuartos de final del Mundial ante Francia ayer, las elecciones inminentes en la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), el fin del contrato de Óscar Tabárez y sus 71 años llenan de incertidumbre el futuro inmediato del hombre que desde hace 12 años es mucho más que un entrenador para Uruguay.

«Conozco pocos casos en los que el entrenador decida si sigue o no. A mí hoy se me terminó el contrato y no voy a hablar del tema porque no me corresponde», señaló Tabárez en Nizhni Nóvgorod después del 2-0 que amargó las ilusiones de Uruguay. El técnico dejó la pelota en el campo de la AUF: «A mí nunca me gustó hacer lobby».

Convertido ya en una institución, el «Maestro» es el corazón de la modernización que vivió el fútbol uruguayo desde que tomó el mando de la selección en 2006 (tras una primera etapa como seleccionador entre 1988 y 1990) y el responsable de éxitos como la semifinal disputada en Sudáfrica 2010 o la Copa América conquistada en Argentina 2011.

Clasificó a Uruguay para cuatro Mundiales e insistió en devolver a la bicampeona del mundo a una tradición futbolística «que se interrumpió en 1950». Con sus dotes de estratega, motivador y autoridad moral, con el respeto que se ganó incluso entre los críticos, Tabárez encarna un proyecto que va mucho más allá del fútbol.

«Todo el mundo sabe lo que significa el ‘Maestro’ para la selección y para todo Uruguay por el respeto que se ha ganado», dijo el viernes Luis Suárez. El delantero dejó un deseo antes de abandonar el estadio de Nizhni Nóvgorod: «Ahora la AUF debe valorar el trabajo del ‘Maestro’ hasta hoy. Y esperemos que sean buenas las noticias».

La primera parte de esas noticias se conocerá el 31 de julio, cuando la directiva de los clubes uruguayos elijan a un nuevo presidente de la AUF. Wilmar Valdez, en el cargo desde 2014, confirmó en pleno Mundial que buscará la reelección y que si gana habrá «Tabárez para rato», promesa que ratificó el viernes.

«Si a mí me toca estar de nuevo al frente de la AUF, lo primero que voy a hacer es sentarme con Tabárez para hablar del nuevo contrato», dijo todavía en el estadio de Nizhni Nóvgorod. El directivo de 53 años celebró la buena imagen que dejó Uruguay en el torneo más allá de la eliminación en cuartos.

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