Por KRISTIE RIEKEN
HOUSTON
Agencia (AP)

Lo que el manager de Houston A.J. Hinch más le gusta de Justin Verlander, su abridor en el primer juego de la serie divisional de la Liga Americana contra los Medias Rojas de Boston, es que tenga tanta experiencia en los playoffs.

En cuanto a Chris Sale, el abridor de los Medias Rojas, Hinch considera que el zurdo no se amilanará en su debut de postemporada.

“No creo que se intimidará”, dijo Hinch. “No creo que se asuste por la falta de experiencia”.

Luego de ocho años en las mayores, Sale dice que el cristalizarse su primera apertura de postemporada es “muy satisfactorio”. Pero reconoció que deberá lidiar con todas las emociones sobre la oportunidad.

“No será fácil obviarle, pero trataré de no darle tanto énfasis”, dijo Sale, quien lideró las mayores con 308 ponches y fue el primer lanzador en la Americana que ponchó a 300 bateadores desde Pedro Martínez en 1999. “Solo tomarlo como cualquier otro juego. A veces te dejas llevar por la adrenalina y eso te puede aturdir un poco”.

Los Medias Rojas, campeones de la División Este, están en los playoffs por segundo año seguido. Los Astros, que ganaron el título del Oeste con facilidad, retornan a la postemporada por segunda vez en tres años, luego que pusieron fin a una sequía de una década al clasificarse en 2015.

La lista de pergaminos de Verlander es impresionante, con seis selecciones al Juego de Estrellas, el doblete Cy Young-Más Valioso en 2011 y cinco participaciones en los playoffs. Su marca es de 7-5 con 3.39 de efectividad y 112 ponches en 16 aperturas de postemporada, pero no asomaba en este entramado desde 2014.

Verlander está convencido que tener experiencia en los playoffs es una ventaja, pero sin importar sus numerosas presentaciones, aún debe lidiar con los nervios cada vez que sube al montículo en un juego de tanta magnitud.

“Tiene cierto relieve… más que nada en cuanto a lo que uno debe esperar”, dijo. «No creo que ayude a calmar mis nervios o darme una ventaja en ese sentido. Pero tener una idea de lo que tendré que lidiar, preparando la apertura, lo que voy a sentir, todo el estrés que requiere cada pitcheo, el saber esas cosas, pues creo que eso me ayuda a prepararme de mejor forma”.

Verlander se acostumbró a este escenario tras alcanzar la Serie Mundial en su primera temporada completa en 2006 y avanzó a la postemporada cada año entre 2011-14 con Detroit. Pero esta es una sensación distinta, con el uniforme de otro equipo, uno al que se incorporó tras un canje concretado al filo del límite de las transacciones de jugadores que serían elegibles para la postemporada. Con 34 años, Verlander rema por su primer anillo de la Serie Mundial y darle a Houston su primer campeonato.

“El estar en los playoffs es algo que ya no veo como algo que das por sentado”, dijo Verlander. “Me pareció fácil por un tiempo con los Tigres, especialmente la Serie Mundial en mi primer año, así que aprecio más cada paso”.

Los Astros anhelan que Verlander mantenga el rendimiento desde que llegó a Houston hace algo más de un mes. El derecho tiene foja de 5-0 con efectividad de 1.06 en cinco aperturas desde el cambio y de 15-8 con 3.36 de efectividad en 33 aperturas esta temporada.

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