París
DPA

La número uno del tenis mundial duró en el Abierto de tenis de Francia apenas una hora y 22 minutos: la alemana Angelique Kerber perdió en su debut con la rusa Ekaterina Makarova y acentuó la crisis por la que atraviesa.

Kerber dijo adiós a la arcilla parisina con un contundente 6-2 y 6-2 en la primera jornada del Grand Slam francés, donde la checa Petra Kvitova puso la nota emotiva con su triunfal regreso después de ser asaltada con un cuchillo en diciembre.

Instantes después de que Kvitova abandonara la cancha Philippe Chatrier con lágrimas en los ojos, Kerber le dio el relevo en el estadio principal de Roland Garros. Pero no tuvo ninguna opción ante Makarova.

Para la alemana, que no ganó títulos en lo que va del año, la derrota la colocó en los libros negativos del torneo, pues nunca una número uno se despidió tan pronto. Los antecedentes más parecidos se dieron en 2004, con la belga Justine Henin, y en 2014, con la estadounidense Serena Williams, que cayeron en la segunda fase cuando eran máximas favoritas.

En la historia de la WTA sólo hay cuatro precedentes en los que la número uno hizo las maletas en primera ronda. La última vez ocurrió hace 16 años en Wimbledon con la suiza Martina Hingis.

La derrota podría complicar la continuidad de Kerber en el número uno del ranking. La alemana accedió por primera vez a la cima de la clasificación en 2016, cuando explotó con los títulos de Australia y el US Open.

De acuerdo a los cálculos de la WTA, la checa Karolina Pliskova la superaría si llega a la final en París y la rumana Simona Halep haría lo propio si gana el torneo.

«Algo tengo que cambiar», admitió Kerber, de 29 años y doble campeona de Grand Slam. «Ahora tengo un par de semanas para pensar qué es lo que va a ocurrir en el futuro».

«He tenido muchos altibajos en mi carrera y ahora mismo estoy en un punto bajo. Tengo que buscar la forma de salir de ahí, pero claro que hay diferencia cuando sales a jugar siendo la número uno o cuando lo haces siendo la número diez».

A la hora de analizar qué es lo que le está fallando, Kerber aseguró que es una combinación de aspectos físicos, psicológicos y técnicos.

«Cuando llegas un paso tarde cometes un error técnico. Y después si pierdes muchos partidos seguidos en primera ronda está el lado psicológico. Pero todavía me encanta jugar al tenis. El camino es un poco doloroso, pero voy a salir de aquí».

Makarova no desaprovechó el momento de forma de Kerber y la dominó de principio a fin. Además, mostró temperamento para cerrar el partido, cuando levantó siete bolas de quiebre en el juego final, entre ellas un 0-40, y se quedó con el triunfo en la primera oportunidad que dispuso.

Kvitova, doble campeona de Wimbledon, vivió uno de los días más emotivos de su carrera. Derrotó a la estadounidense Julia Boserup por 6-3 y 6-2 y los aficionados se levantaron de sus asientos para ovacionarla.

No era para menos. El 20 de diciembre de 2016, Kvitova resultó herida en la mano izquierda, la principal en su juego, al intentar defenderse de un ladrón que la asaltó con un cuchillo en su casa. Fue operada y estuvo fuera de las canchas por casi seis meses.

«Estoy muy feliz por haber decidido volver jugar», afirmó Kvitova. «Me alegro por cómo jugué hoy, pero hay más que mejorar. Aunque realmente no importa cómo jugué. Gané, y lo hice después de lo que pasó».

El regreso de Kvitova fue celebrado en el panorama del tenis, sobre todo entre sus colegas. «Bienvenida de nuevo, Petra. Es fantástico tenerte jugando de nuevo y felicitaciones por la victoria de hoy», escribió la legendaria Martina Navratilova en su cuenta de Twitter.

«Estoy llorando con las lágrimas más felices», dijo por su parte la estadounidense Madison Keys, mientras que la australiana Daria Gavrilova escribió «¡Qué historia!», junto a un corazón y una foto del festejo de Kvitova.

Artículo anteriorTrungelliti remonta un 2-0: «Me gusta sufrir»
Artículo siguienteMets ganan a Piratas; Harvey logra segunda victoria al hilo