PARÍS
AP

La reacción de los jugadores de Dijon fue tan picante como la mostaza por la que es famosa esa localidad del oriente de Francia, luego de un polémico y agónico penal que les privó de lo que hubiera sido una valiosa victoria en Saint Etienne ayer.

Después de que este encuentro de la liga francesa concluyó empatado 1-1, el capitán de Dijon, Cedric Varrault, tuvo que ser detenido por compañeros y rivales en el túnel que lleva a los vestuarios. El jugador se enfrascó en un altercado con personal del equipo anfitrión.

El delantero Nolan Roux, cuyo penal en el quinto y último minuto de descuento rescató un punto para Saint Etienne, figuró entre quienes trataron de calmar a Varrault, a quien se mostró una segunda tarjeta amarilla por protestar la decisión arbitral.

La marcación del penal pareció demasiado estricta, por un supuesto empujón del zaguero Quentin Bernard sobre Loic Perrin.

Tres hombres ayudaron a retirar a Varrault hacia su vestuario. Roux esperó paciente pero mostró nervios de acero para anidar el balón en el ángulo superior derecho.

Aun así, el punto fue valioso para el conjunto recién ascendido, que está en el 17mo puesto, un lugar encima de la zona del descenso.

Gracias a un gol de Bafetimbi Gomis a los 13 minutos, su sexto en nueve partidos, Marsella venció 1-0 a Metz. El triunfo puso a Marsella en el 12do puesto de la tabla, una unidad menos que Metz.

En otro encuentro, Rennes y Burdeos igualaron 1-1.

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