TE FUISTE hijo

Con inmenso amor a mi hijo José Fernando, estudiante de la vida.

Me despojó el destino

con su sino inexorable

de la rutina bien amada

de saber a mis vástagos

en su corola protegidos

Cual polen que flota

viaja y se mueve en el viento

así te has ido

y me gusta, porque

ahora en tu vida

has iniciado

el camino de la hombría

Tu futuro, es mi esperanza

para que vueles raudo

sobre mares, océanos y montañas

Empieza la subida

y verás la vida

ruda y cuesta arriba

el cansancio abrazará tu cuerpo

y no faltará la idea

de volver en estampida

Sin embargo,

cuando esto suceda

recuerda que en la vida

los esfuerzos son premiados

con laureles y con vivas

y el honor de sentirte

¡¡Triunfador!!

Cuando el mar escuche tus lamentos

y le cuentes tus heridas

responderá muy suavemente

en un susurro

audible solo a tu alma:

¡¡adelante!!, ¡¡adelante!!

Recuerda para siempre

que, el horizonte está en tus ojos

y que lo podrás ver hoy, mañana y siempre

sí caminas o navegas, porque estás forjando tu destino

¡a tu medida!

QUIERO VOLVER A VERTE

Como el trigo que nace desafiando a la vida

Al hombre y a la misma naturaleza

Así es como te vi por vez primera

Luciendo tus encantos femeninos

En actitud razonada, tranquila y pausada

Sin querer quererlo, aparentemente

El destino nos puso frente a frente,

Tus ojos evadían mi mirada

Porque custodiaban tus secretos

Y los míos insistentes buscaban

Al menos, el ojo de la llave

Para ver y conocer tu singular belleza

Adornada con el enigma de tu silencio

Compartimos la vida por cortas horas

Que fueron suficientes para que nuestras almas

Se hablaran y conocieran cada una

Las vivencias tuyas y las mías

De diferentes tiempos y ocasiones

Tu boca, tu voz, tu plática diáfana y sencilla,

tu mirada de ojos claros

y tu risa cantarina

abrieron poco a poco

los umbrales de la vida

y me hicieron adentrarme en tus jardines

para ver tu pasado, tu presente y tu futuro

tomados de la mano con la esperanza

de quedarme. en ti y en tu alma.

SEÑORA

Sufro otra vez, por alguien

Y ese alguien, ¡como si nada!

Me cuesta entender la realidad

De estar enamorado,

Porque me hace falta el aire

Con presencia de su aroma

Pues sin ella, por ahora

Mi vida no tiene esencia ni destino

Que no me perdona…dice

Aunque la siga amando,

He buscado su perdón

En su mirada, en su alma

Y en sus brazos…

Pero me abraza sólo el viento frío

Que me devora lentamente

Al sentirme solo, triste y sin el abrigo

De su amor para el alma mía

Y no quiero sentir el viento frío

Y no quiero morir

Viviendo en el terrible olvido

Sin ser digno de su amor

Porque yo, ¡¡la amo todavía!!

AMOR SIN EDAD

Aprendí a leer

el lenguaje de su mirada,

evité decir palabras sin sonido

para que me escucharas

y me enamoré de usted…

hoy, no lo niego

me gusta más que ayer

porque la siento mía

Para tenerla cerca de mi

dibujé en el silencio del viento

las letras de su nombre

para que acariciaran mis sienes y…

mantener vivo su recuerdo

Pero fallé otra vez… no adiviné su juego…

y le di mi corazón cansado y adolorido,

hora sufro más en esta soledad

con mi horizonte gris y mi amor atormentado

pero no me importa, seguiré solo

por la senda de m i vida

con el alivio de verla, de vez en vez

con su sonrisa plena

Extrañaré el brillo de sus ojos

cargado de emociones plenas

sabiendo que no será posible

amar a la mujer

que hizo renacer la pasión

en el alma mía

Señora… yo fui feliz con su pecado

y le agradezco su amor a mi entregado

le juro que, jamás así había amado

le di mi vida en dos minutos

y para siempre en su mirada

quise quedar grabado

Mi corazón se lo entregué

sin condiciones

necesitaba que usted

así lo recibiera y apreciara

sin importarle mi pasado

Señora…yo sé que tiene usted un compromiso

que su amor estaba abandonado

y en su rescate empeñé el alma mía

para adorarla y sentirla ¡MÍA!

Hoy se va de mí

y la entiendo,

retorna a su compromiso

llevándose el alma mía.

Artículo anteriorMaquiavelo
Artículo siguienteCarta de Fernando Pessoa a Ofelia Queiroz