Por: Ilina Muñoz

Esta edición del Fondo de Cultura Económica (2020) de la novela: A sus cuerpos dispersos, del estadounidense Philip José Farmer, es una muestra más de que la ciencia ficción no es un género literario menor. Galardonada con el Premio Hugo en 1972, es una novela que refleja la reconocida maestría del autor de plasmar la sexualidad fuera de cualquier inhibición. Entrar al universo literario de este autor es encontrar una gama ilimitada de respuestas ante las inquietudes que despierta la existencia.

Mientras el antropólogo Richard Francis Burton se sumerge en sus reflexiones, al lector no le queda otra salida que pararse junto a él y desentrañar un cúmulo de emociones provocadas por el misterio que nace ante cada descubrimiento. Farmer no solo escribió una novela de ciencia ficción, inventó un mundo habitado por seres de diversas épocas y lugares.

El antropólogo Francis Burton despierta desconcertado en un lugar completamente ajeno a la Tierra, al mirar a su alrededor se percata de la cercanía de un río, y de seres cegados por la misma incertidumbre que lo gobierna a él, gente que habla sin tregua, atrapada en un marasmo que amenaza con tragarlo todo. Burton se aleja del barullo para refugiarse bajo un árbol y así reflexionar sobre su extraña situación. A partir de aquí, Burton enfrentará nuevos desafíos. Los problemas que presenta el planeta Tierra hacia cualquier ser vivo, desde que nace, hasta que muere, claramente no son los mismos que aquí se presentan.

Burton descubre que esta especie de resurrección no sólo alberga a personajes de la Tierra, sino que también han despertado en este extraño lugar, seres de otros mundos como Monat, culpable, según cuentan, de haber acabado con los habitantes de la Tierra en el año 2008. Este suceso impresiona a Burton, puesto que hay mucho futuro que desconoce, por el hecho de haber vivido y fallecido en el siglo XIX.

Los nuevos y extrañados habitantes de este sitio se enfrentan a su propia desnudez y a la de los demás. Algunos logran eludir heroicamente la importancia enfermiza que deviene del pudor aprendido desde la tierra, mediante el oficio religioso, que aplaude la idea del pecado y la vergüenza que debe provocar el cuerpo. En pleno siglo XXI, para nadie es un secreto que, este prejuicio recae con mayor fuerza sobre la mujer. El humor negro no podía faltar, tampoco la crítica implícita que señala situaciones dignas del desprecio y que no podrían provenir de otro lugar, que no fuera el planeta Tierra.

Esta extraña resurrección genera diversas reacciones en las personas, puesto que las creencias sobre la idea después de la muerte evocan por lo general; la ida a un cielo o a un infierno, ideas que son anuladas de inmediato. Varias de estas personas se preguntan si, ¿acaso, han llegado al cielo?, y si no, ¿por qué no hay fuego eterno a su alrededor? El dolor, al mezclarse con la rabia, provoca escozor en la piel de quienes, de un momento a otro, han adquirido conciencia de la inutilidad de haberse negado durante su estadía en la tierra a participar de situaciones que incitaran al placer, por miedo al fuego eterno. Por este y otros motivos, las páginas de esta novela nos invitan a la lectura.

Philip José Farmer es un reconocido escritor estadounidense, merecedor de varios premios importantes por sus valiosas publicaciones versadas en la ciencia ficción y la fantasía. Nació en 1918, en North Terre Haute, Indiana y falleció en Illinois, el 25 de febrero de 2009. Es considerado uno de los autores de género fantástico más importantes del siglo XX. A sus cuerpos dispersos es la primera obra que encabeza la saga denominada la serie Mundo del Río, y está considerada como una de las obras más significativas.

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Los impostores, de Santiago Gamboa

Santiago Gamboa es un escritor, filólogo y periodista colombiano. En su novela negra Los impostores, describe la vida de tres personajes que tienen la necesidad de viajar a Pekín a causa de asuntos personales y laborales. Uno de ellos tiene la misión de recoger un manuscrito misterioso y peligroso buscado por una sociedad secreta. Un sacerdote francés aguarda del pergamino esperando con ansias la llegada de su salvador, pero por razones del destino todo lo planeado no resulta como se debe. Una historia intrigante, en donde se refleja los excesos de la ambición y el deseo de los personajes por buscar el éxito y el poder

La venganza del emperador, de Gisbert Haefs
Gisbert Haefs, es un escritor alemán de novelas policiacas e históricas. En esta obra Jakob Spengler es testigo de la matanza de sus padres y su pueblo. Al quedar huérfano lo adopta el árabe Kassem y su séquito personal, quienes le enseñan habilidades con las cuales podrá tomar venganza. Por eso decide emprender su viaje a través de la Europa conflictiva del s. XVI. Al dar con los asesinos de su familia, les da muerte en los lugares menos inesperados y diversos.

Una canción que no conozco, de Micaela Chirif y Juan Palomino
Hay llamadas que nos hacen reír o incluso llorar; llamadas que nos llevan a recordar algunas cosas o a soñar con otras; llamadas que nos hacen cosquillas o que nos llenan de nervios. Pero también, cualquier tarde, recibimos la llamada de alguien que se ha ido hace tiempo, y la conversación, a pesar de lo que podría pensarse, es bastante normal: nos decimos todo, incluso cuando no decimos nada. Hasta que llega el momento de cortar? Y, sí, siempre llega. Un álbum lleno de emociones que giran alrededor de la pérdida, como una experiencia nueva, una melodía desconocida.

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