Hugo Gordillo
Escritor

De colonia inglesa, Estados Unidos pasa a ser colonialista, apropiándose de Puerto Rico, Filipinas, el Canal de Panamá… Contribuye en la independencia de Cuba para apropiarse de la isla, pero solo se queda con Guantánamo por los siglos de los siglos. Los iberos derrotados vuelven enfermos y heridos a la España decadente, afectada por una pobreza y una violencia incontrolable. El joven pintor anarquista Picasso refleja parte de esa realidad en cuadros como El prisionero, Un mitin anarquista y Temerle a la libertad. Acostumbrado a poner apodos, como el de fieras a los fovistas, Vauxcelles, el criticón conservador de las vanguardias, dice que las pinturas de Braque son cubos y figuras geométricas, por lo que le llama Cubista al movimiento integrado por Picasso, Juan Gris y el poeta Apollinaire, entre otros.

En el cubismo desaparece la perspectiva renacentista y emerge la perspectiva múltiple, de tal manera que un objeto o sujeto puede ser representado frontalmente y de costado, desde diversos ángulos. Para cada paisaje, bodegón o retrato hay distintos puntos de vista. Este arte rasga la tradicional perspectiva y la línea de contorno con un cuchillo de doble filo. De un lado, el Cubismo Analítico que privilegia los colores oscuros como el gris, el verde y el marrón, pero, más importante, privilegia la geometrización y la perspectiva múltiple, en detrimento de lo cromático. Un hermetismo que requiere toda la atención del espectador para decodificar la imagen, cuyas consecuencias son el rechazo del público y los críticos.

Los cubistas saben que Dios tarda, pero no olvida; por eso le siguen encendiendo velas al impresionista Cezanne, santo patrono de la geometría pictórica, cuya obra plantea la autonomía del arte, sin influencia de la literatura, la música o la ciencia. Mientras los nuevos imperios saquean el continente negro a sangre y fuego, los artistas se alimentan del arte extranjero, como lo hace Picasso al pintar mascarones africanos, ibéricos y egipcios en Las Señoritas de Aviñón, primer cuadro referencial del Cubismo, a pesar de su tinte primitivista.

El otro filo del cuchillo es el Cubismo Sintético, con el que no solo se recupera el cromatismo. Los cubistas empiezan a hacer collages, experimentados anteriormente por Matisse, que, debido a problemas motrices, pinta papeles con colores puros y los recorta para crear sus últimas obras. Picasso prueba una técnica de relieve, usando pintura con arena que le da tridimensionalidad a los lienzos. Cuando el español usa papel periódico, cartas, fragmentos de partituras, letras y números; el francés Braque incluye arena, aserrín, residuos metálicos, etc. Sin embargo, la paternidad del Sintetismo se le adjudica a Juan Gris, que nunca abandona el color, la luz, ni los efectos del claroscuro. Sigue leyes estructurales con bases geométricas (cuadrado, triangular, cúbico y cilíndrico).

En la transición del Cubismo analítico al sintético, México ofrece al mundo la primera Revolución del siglo XX. Para entonces, Diego Rivera se alimenta de las vanguardias en Europa y se enfrasca en su etapa cubista en Francia. Las obras incluyen elementos del costumbrismo mexicano, como el uso del sarape en su Paisaje Zapatista. Abandona esa vanguardia por considerar que el movimiento deja de ser subversivo y salta a la etapa muralista.

Del clasicismo, el escultor Gargallo migra a la experimentación con la chapa metálica recortada, entre volúmenes y vacíos por los cuales penetra la luz. Encantado de esculpir hombres desnudos, sustituye el mármol o el bronce por láminas de hierro forjado. Su dramatismo expresivo se refleja en El Gran Profeta y la trilogía escultórica sobre Greta Garbo, la actriz sin sonrisa que actúa en el Cine mudo y el sonoro. En su búsqueda de un estilo nacional arquitectónico checo, la trinca Jonák, Gocar y Chochol, desarrollan en Praga el “rondocubismo” con impresionantes edificaciones como El Crematorio de Pardubice, La Casa de la Virgen Negra y la Villa Kovarovic, incorporando formas redondas y coloridas, propias de la decoración bohemio-morava.

El cubismo, influenciado por el desarrollo de la ciencia de la psicología, también afecta a la literatura. Apollinaire, Cendrars, Max Jacob y Gertrude Stein, gran coleccionista de obras cubistas, se embarcan en una nueva sintaxis discontinua con tendencia anti narrativa, eliminando las descripciones y las anécdotas. Apollinaire, que va preso con Picasso por el robo de La Gioconda en el Museo del Louvre, es el autor del Manifiesto Cubista. Destaca que el Cubismo es el arte de pintar cuadros inspirados en la realidad sugerida por el artista, el instinto y la intuición con una tendencia al orfismo (encantamiento).

Apollinaire cierra su proclama diciendo sobre las vanguardias: “amo el arte contemporáneo porque amo, sobre todo, la luz. Todos los hombres la aman por encima de todas las cosas, por ello inventaron el fuego”. El problema del nuevo siglo es la expansión del fuego en el mundo. Prueba de ello es el bombardeo ítalo-germano del poblado vasco de Guernica para encumbrar al dictadorzuelo, general Francisco Franco, en España, de donde nace una anécdota. Cuando soldados alemanes visitan a Picasso en su estudio y ven una foto del cuadro El Guernica, le preguntan: ¿tú hiciste eso? El autor de la pintura les contesta: no… ¡eso lo hicieron ustedes!

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