Por MARK KENNEDY
NUEVA YORK
Agencia (AP)

Las cosas no son lo que parecen en la nueva serie de Apple TV+ «Tehran» (Teherán), como debe ser en un thriller de espionaje.

La serie comienza con un vuelo comercial de Jordania a India que de pronto se desvía a Irán. Algunos de los pasajeros guardan secretos y esos secretos desembocarán en aviones de guerra y cacerías encubiertas.

Así de audaz como es la premisa, así de osada es «Tehran»: una producción israelí que ofrece una imagen benevolente de Irán — un archienemigo de Israel — sin que ninguno de sus actores y otros miembros hayan puesto un pie en la república islámica.

«La esencia del programa es que lidia con el tema de la identidad, la nacionalidad, la inmigración y las raíces familiares», dijo Moshe Zonder, cocreador y coguionista de la serie, desde Tel Aviv. «Indaga cómo nos conectamos con ellos y nuestra obligación hacia ellos y qué podemos obtener de ellos. Esto es relevante en todo el mundo».

Los ocho episodios de la serie se transmitieron en Israel entre junio y julio y recibieron grandes elogios de la crítica. El thriller de espionaje, con diálogos en hebreo, inglés y farsi, debuta en Apple TV+ el viernes.
«Tehran» sigue a una agente y hacker que emprende su primera misión en la capital iraní, que también es su lugar de nacimiento. Cuando la misión sale mal, debe sobrevivir usando su ingenio.

Con varios de los mismos actores y una mujer espía que lidia con intrigas en el Medio Oriente y Asia Central, algunos televidentes encontrarán similitudes con la recién terminada «Homeland».

Pero mientras la serie de Showtime exploraba cómo las ideas del bien y del mal pueden corromperse y torcerse en el escenario internacional, «Tehran» es sobre hacer conexiones más allá de las fronteras ideológicas.

«No existe un enemigo claro. No se trata de un lado contra el otro. Es realmente sobre la gente», dijo Niv Sultan, una actriz israelí que interpreta a la heroína en «Tehran», desde Tel Aviv. «Por primera vez, estamos mostrando un punto de vista diferente de este conflicto».

El escenario de la serie definitivamente no es lo que parece. La producción usó partes de Atenas como Teherán luego que la cocreadora Dana Eden visitó Grecia unas vacaciones familiares y quedó prendida con las similitudes entre ambas ciudades. Los israelíes tienen prohibido visitar Irán.

Convertir Atenas en Teherán conllevó reemplazar postes de alumbrado, placas de autos y señales de tránsito y agregar vendedores ambulantes y carteles en vidrieras de negocios. El aeropuerto de Atenas se usó como si fuera el de Teherán y, en una escena, un enorme mural muestra a un ayatolá, una adición lograda con efectos especiales hechos por computadora.

Durante los meses previos al rodaje, Sultan tomó clases intensivas de Krav Maga, las artes marciales israelíes, y de farsi. Inicialmente abordó la tarea idiomática con seguridad, confiada en que su origen la ayudaría.

Zonder —quien fungió como guionista principal de la primera temporada de «Fauda», la innovadora serie de acción sobre el conflicto israelí-palestino— pasó años investigando y escribiendo «Tehran».

Ambas series intentan humanizar al enemigo. En «Fauda», Zonder mostró cómo un líder de Hamas, con las manos manchadas de sangre israelí, también era un hombre de familia, del mismo modo en que lo hace con el agente de seguridad iraní que persigue a la protagonista en «Tehran».

Zonder dijo que apeló a sus años como periodista de investigación, cuando se sentaba con líderes de Hamas y la OLP y los entrevistaba para entender sus puntos de vista.

Aunque hoy Irán e Israel son enemigos mortales, la serie sonsaca su historia compartida y el respeto mutuo que israelíes e iraníes tenían por sus respectivas culturas antes de la Revolución Islámica.

Aunque la intención de la serie haya sido tender puentes, la recepción del gobierno iraní ha sido fría. El periódico afín al gobierno Kayhan calificó «Tehran» como una «producción antiiraní» que revela la agenda «prooccidental y promiscua» de los activistas contra el país.

Eso, sin embargo, no ha evitado que los realizadores mantengan la esperanza de que algunos en Irán encuentren la manera de ver la serie y se conmuevan con el hecho de que los israelíes les extiendan la mano.

Artículo anteriorHallan novela inédita de Benedetti
Artículo siguienteSoledad celebra 25 años de carrera con «Parte de mí»