Enán Moreno
Escritor y académico guatemalteco

Mario Payeras, poeta, ensayista y narrador guatemalteco, nació en Chimaltenango un 15 de agosto de 1940 y falleció en territorio de México en 1995. Consecuente con sus ideales, su pensamiento político, estético y ecológico se expresa en su obra, de reconocida calidad literaria. En conmemoración de su 80 aniversario se ofrece una visión sobre su novela póstuma.

Le había comentado a un amigo (Víctor García) mi interés por leer la novela Al este de la flora apacible y, pasados unos días, llegó contento, trayéndome un ejemplar. Iba a darle el valor del libro, mas no quiso recibirlo, diciéndome que era un obsequio. “Es usted un buen amigo”, le dije, agradeciéndole el regalo.
Ya tenía noticias de esta novela de Mario Payeras, publicada póstumamente, y la leí despacio: unas páginas ahora, otras después y así fui avanzando hasta que, pasadas las cien páginas, leí con ritmo constante. No me pareció una novela de fácil lectura: al principio el lector debe esforzarse por encontrar el hilo de la historia y definir a los personajes, pero todo se va aclarando poco a poco y entonces uno empieza a disfrutar más y valorar el texto. Payeras es un prosista y narrador que va buscando un registro lleno de ritmo y armonía, y siempre lo consigue: conoce el lenguaje y lo trabaja de acuerdo con su propósito: la expresión estética.
La lectura de esta novela es una aventura, un viaje a la naturaleza, a la selva, para estar y encontrarnos con ella y sus habitantes: seres vegetales, animales y humanos conviviendo en un entorno donde el equilibrio y la armonía son leyes cosmogónicas. En ese entorno surgen las imágenes de los pueblos mayas, Chuj, Lakantun y especialmente Q´anjob´al: sus orígenes, sus padecimientos, sus luchas, sus opresiones luego de la conquista y la colonización.
Si bien la novela se muestra original, también se sitúa en la tradición narrativa guatemalteca, según lo señala en el prólogo Rafael Gutiérrez. Él se refiere a la novela donde se enfocan los mundos indígena y ladino, sin embargo, además de esa realidad histórico-social, el autor también sigue otra rama de la tradición narrativa nacional: la del mundo natural (La mansión del pájaro serpiente, El mundo del misterio verde), aunque en Payeras la flora y la fauna ya no se incluyen solamente como ambiente o descripción paisajística, pues la visión se sustenta en su conciencia ecológica.
A través de las historias personales de Xhunik y Diego (padre e hijo) vamos conociendo la historia de su pueblo y vamos, también, adentrándonos en su cosmovisión. Al principio, decía, el lector se siente extraño, perdido en el ambiente selvático, frío, neblinoso, pero en la medida que avanza en la lectura va acomodándose y encontrando el gusto para acompañar en su recorrido a los personajes.
En la página 151 aparece el capítulo Casa de los Señores, en el que padre e hijo llegan a un poblado, y en esta parte sentí la atmósfera de las grandes novelas; la descripción del mercado (práctica y lugar tan importante en el mundo indígena) me pareció memorable, y así otras partes del libro.
Hay que agradecer a Mario Payeras su esfuerzo por concluir esta novela poco antes de morir, pues complementa y enriquece su producción literaria, pero especialmente enriquece la narrativa guatemalteca. Y no dejemos de agradecer, también, a Yolanda Colom, por su esfuerzo para la edición del libro.

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Mario Payeras (1940-1995) Tz´utz´, Al este de la flora apacible. Cholsamaj, Guatemala, 2010.

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