Foto: Facebook Sara Curruchich

Por REDACCIÓN LA HORA
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Para la cantante indígena Sara Curruchich, la música es una herramienta política y de transformación social y por eso utiliza sus canciones para defender a los pueblos originarios, así lo dio a conocer el medio internacional AJ+ en un video documental sobre su trayectoria.

Mezclando los sonidos tradicionales de su tierra con sonidos contemporáneos y letras de lucha, a sus 25 años, esta mujer de origen maya Kaqchikel decidió convertirse en cantautora. Su carrera arrancó en 2015, destaca AJ+.

“Yo tengo la voz y mi voz cuenta, soy de un pueblo indígena y no me avergüenzo de ser quien soy, este espacio me lo he ganado”, narra Curruchich en el vídeo de AJ+.

Sara cuenta que ha escuchado rap y cumbia, lo cual ha tratado de involucrar y complementar ambos sonidos, porque también es una manera de reivindicación de su cultura, “es una manera de fortalecimiento de mis propias raíces y es una manera de reencontrarme”, menciona.

Sus canciones hablan de la naturaleza, de los pueblos indígenas que defienden sus tierras contra las mineras y las cementeras, sobre mujeres y niñas víctimas de violencia en el país, cuenta AJ+.

“Para mí la música es una herramienta política, una herramienta que puede contribuir a una transformación social. Decirle a la juventud que hablar nuestro idioma no es motivo de vergüenza, sino que es algo que nos enriquece y que tiene un valor muy fuerte por nuestras raíces”, manifiesta a ese medio.

La cantante cuenta que ha tenido que lidiar con la discriminación y el machismo del mundo de la música comercial para ganarse un espacio en los escenarios.

Según cuenta, muchas de las veces “no es que no te mire, sino es la manera en cómo te ven. La manera despectiva, denigrante, abusiva e incluso asqueante con la que te ven”.

“Como mujer indígena es mucho más difícil porque me ha toca que posicionarme y pararme y decir: este es un espacio que no solamente me representa a mí, sino que también es un espacio en el que puedo representar o compartir la voz de otras personas que no han sido escuchadas”, agrega.

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