Carlos Interiano
Poeta

PETICIÓN SUPREMA

Necesito una voz que me levante
que florezca estos huesos
que de tanto caminar
se han vuelto polvo.

Anhelo una mano amiga
que me ayude a trasnochar
por las tinieblas.

Necesito un haz de trigo limpio
que transforme en pan de fe
todas mis dudas.

MI NIÑO YA ES UN HOMBRE

A un ser muy especial;
y a usted, que tiene hijos mayores

Mi niño ya es un hombre.
Un respetable hombre
de esos que se echan
al hombro la heroica aventura
de conquistar el mundo.

Mi niño ya es un hombre.
Un hombre de esos que asumen
su responsabilidad por la autoría
de sus actos.

Mi niño ya es un hombre.
Hecho y derecho como decía la abuela.
De esos hombres que son roble
roca tallada en el acantilado de la vida.

Mi niño ya es un hombre.
Un titán que abre camino
con la coraza de su pecho.

Pero muy por dentro me digo
con sus barbas saludando al infinito
con mil rugidos de fiera
anidados en su voz
con sus ojos de claro de luna
ese hombre
de palabra férrea y dura
sigue siendo mi niño
y su rostro aún me cabe en
la palma de mi mano.

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