Por Christina Horsten
Nueva York
Agencia (dpa)

No echa de menos escribir, según dijo recientemente Philip Roth al diario «The New York Times». Cuando en 2012 anunció que se retiraba, el escritor estadounidense conmocionó al mundo de las letras. «Se acabó la lucha con la escritura», escribió en un post-it amarillo que pegó en su PC. «Todas las mañanas miro esa nota y me da mucha fuerza», aseguró el autor que el lunes 19 de marzo cumple 85 años.

Ahora cumple seis años de jubilado y no lo lamenta. «Las razones que me llevaron a poner fin a la escritura literaria no han cambiado», dijo. El autor explicó que en 2010 tenía la sensación que sus mejores trabajos ya los había escrito. «Sencillamente me faltaba la vivacidad espiritual, la energía verbal o la buena forma física para iniciar el gran ataque creativo a una estructura compleja como una novela. Todo talento tiene sus condiciones, su naturaleza, su dimensión, su fuerza. Nadie puede estar siempre siendo productivo», explicó

Roth vive en la parte elegante de Nueva York, en la Upper West Side y parte del verano lo suele pasar en la casa que tiene en Connecticut. Desde que ha dejado de escribir, asegura que tiene muchas otras cosas que hacer. Se dedica mucho a leer, sobre todo ensayos. «La lectura ocupa ahora el espacio de la escritura y constituye hoy en día la parte principal, el estímulo de vida intelectual».

Además sale con amigos, acude a conciertos y va al cine. A ello se suma que su novela «La conjura contra América» está siendo adaptada a una serie de televisión. Junto a la hija menor de una expareja trabaja en una novela corta, así como en su autobiografía con el escritor estadounidense Blake Bailey.

Asimismo, el escritor está al tanto de la actualidad política. «Nadie que conozca pronosticó un Estados Unidos como en el que hoy estamos viviendo», dijo en la entrevista que concedió por email al «New York Times». El presidente estadounidense, Donald Trump, es en su opinión «la catástrofe del siglo XXI, la catástrofe más humillante de Estados Unidos», dijo. Es un «gran farsante, la desgraciada suma de todas sus insuficiencias, que no tiene más que la vacía ideología de un megalómano».

El escritor, que ha recibido numerosos reconocimientos y premios, y que para muchos sigue siendo el eterno candidato al Nobel de Literatura, nació en 1933 en Newark, desde donde se ve Nueva York, al otro lado del río Hudson.

Hijo de una familia humilde de inmigrantes judíos, creció en el barrio obrero de Weequahic.

A lo largo de su carrera ha escrito casi tres decenas de libros y a menudo publicó uno al año. Y jamás olvidaba el sarcasmo, el sentido del humor y la melancolía. Muchas de sus obras se desarrollan en Newark, durante su juventud.

Entre las obras más vendidas y celebradas figuran la trilogía «Pastoral Americana», distinguida con el Pulitzer; «Me casé con un comunista» y «La mancha humana», pero también «El escritor fantasma», «Zuckerman encadenado», que compila tres novelas y una novela corta del autor, así como «La lección de anatomía», «El teatro de Sabbath», «Elegía», «El Lamento de Portnoy», «El animal moribundo» o «La humillación». Su último libro sigue siendo «Némesis», que publicó en 2010.

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