Carlos René García Escobar
Antropólogo y escritor
A la vista tenemos un libro poliedro. O bien, un libro arcoíris. Además se multiplica según los lectores que lo consuman. En el que cada línea, cada verso, cada estrofa, cada párrafo, representan un lado o espacio, un color, una perspectiva. El ingenio poético de su autor lo conduce a perpetrar cada frase filosófica en constitución de un universo conceptual cifrado en la experiencia concreta de la vida y del contemplativo conocimiento de lo humano banal y sublime de la existencia per se. En ella, el amor se transmuta y desaparece en las penumbras de los laberintos del ser existencial. Verdades y mentiras se ocultan tras un horizonte donde se presienten el infierno y el cielo apareados en celajes de cuestiones psicológicas y espejos rotos. La única pertenencia del cielo son los humanos en su infierno del que vinieron y vuelven. No hay vueltas en el camino porque el camino vuelve eternamente en los ciclos de la vida buscando el cielo sin hallarlo. No se es el mismo ni lo mismo nunca y sin embargo, el destino final nos envuelve, como el mar acumula las aguas de los ríos para devolverlas subterráneamente o con el viento tormentoso de las lluvias.
De quién es el cielo, entonces, es una lectura para ejercer la suspicacia que nos hace falta al común de los lectores.