Por Pedro Valdés

Lo dijo Susan Sontag: hubo un tiempo en que la fotografía concitaba entre los fotógrafos, la necesidad de explicar, una y otra vez, el sentido práctico y el sentido estético de su actividad.

_CUL27_1BLuego vino el tiempo de la negación de las teorías y la reivindicación de la fotografía como resultado de una fuerza creativa indefinible, o de una intuición desmesurada del ojo, o incluso de la casualidad con la que a veces surge la «poesía del instante» cuando se abre y cierra el obturador de la cámara analógica o digital.

Hoy la fotografía es todas esas cosas y ha alcanzado un desarrollo inusitado. Lo malo es que muchos fotógrafos cada día producen más y piensan menos sus imágenes.

Mauro Osorio reúne fotografías propias y ajenas en una muestra de aliento didáctico. Una invitación a ejercer la fotografía desde diversos ángulos, que van desde la crudeza de una fotografía social o periodística hasta la manipulación estética exagerada de la luz, el tiempo y el color en una fotografía gay autorreferencial. «Hay que pensar la imagen -dice Osorio- pero no quedarse en eso y atreverse a someterlas a la sanción del público, para recibir críticas y desarrollarse».

Osorio, que también es pintor y escritor, invita a sus colegas a rechazar la curaduría de museos, galerías y centros culturales para apropiarse del espacio cotidiano, en este caso, de un bar en la frontera norte del Centro Histórico de la ciudad.

Además de Mauro, participan Ameno Córdova, Eduardo Juárez, Silvana Medina, Daniel Osorio, Fabrizio Quemé, Francisco Moreira y Lucy Tomasino de El Salvador y Sergio “el teacher” Valdés Pedroni, que apoya sobre todo el aspecto didáctico de la muestra.

Asista a la inauguración

Miércoles 15 de marzo a partir de las 20:00 horas en Mi Verapaz, 15 calle 6-70 zona 1 ciudad de Guatemala.
Entrada libre

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