Por Salazar Ochoa

Cada cierto tiempo me gusta buscar un pretexto para escapar de la sala redacción y dejar de ver la cara de mis compañeros. La excusa en esta ocasión fue el lanzamiento de Donde enmudecen las conciencias del sociólogo guatemalteco Carlos Guzmán-Böckler, publicado originalmente en la ciudad de México en 1986. Una nueva edición del libro cayó en mis garras gracias a la iniciativa de Editorial Catafixia y la generosidad de Luis Méndez Salinas quien me obsequió unos ejemplares.

Quizá lo más importante que pueda llegar a mencionar es que conforme iba avanzando en la lectura del libro (para no llegar en blanco a la entrevista con don Carlos y preguntar sandeces que de todas maneras…) fui cayendo en cuenta que las ideas planteadas en el texto hace más de tres décadas no son obsoletas, por el contrario ofrecen una acertada explicación para entender por qué estamos como estamos. También empecé a preocuparme un poco porque en este país no se avizora una camada nueva que le dé relevo a esta generación de intelectuales y los analistas que se observan por televisión no inspiran un futuro prometedor, por el contrario los perfiles retrógrados estilo Méndez Ruiz han encontrado un entorno favorable para reproducirse.

Uno siempre hace sus cálculos para llegar temprano a las citas pero el congestionamiento vehicular en Guatemala es caprichoso, así que lo que en situaciones normales me habría tomado 20 minutos se convirtió en una odisea de casi una hora ahogado en la salida de ciudad San Cristóbal para llegar a Santiago, municipio de Sacatepéquez en donde se encuentra escondida la morada de Guzmán-Böckler (no es fácil de encontrar).

Don Carlos es un tipo con buen humor así que a pesar de que me tardé un poco, siguió soltando sus bromas y sonrisas cada vez que podía. Me acompañó para documentar la entrevista Elí Orozco, fotógrafo experimentado en turismo y barranco.

Cuénteme sobre la primera edición del libro, el tiraje y la presentación.

En aquél tiempo yo trabajaba en el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, ahí mismo hay una editorial, ellos habían hecho un convenio con la Secretaría de Educación Pública de México, quienes tenían un programa que se llamaba Colección Frontera. La contribución del CIESAS fue entregar este libro. Se hizo un tiraje de 10,000 ejemplares.

El libro salió en noviembre del 86, hice una presentación muy rápida en Guatemala porque no estaba muy seguro y los tiempos no eran los mejores. La guerra seguía en los tiempos de Vinicio Cerezo (aunque él lo niegue).

¿Qué cambios tiene esta edición con respecto a la primera?

Ninguno, lo único que le agregué fue un prólogo, un recuerdo para mis amigos personales que murieron y para los que me ayudaron en México, es lo menos que uno pueda tener. No hay cambios, yo creo que lo que está dicho ahí tiene fundamento y vigencia sobre todo en esas formas estructurales de la mente colectiva tan deformada, la relación tan desproporcionada en cuanto a la riqueza nacional y la base de la dominación que no es solo la explotación sino también la ignorancia y desde luego el hilo director es el racismo, que no nos ayuda en nada pero la oligarquía piensa distinto.

¿Quiénes pueden encontrar este libro como una herramienta de aprendizaje?

Bueno, el libro está escrito para una gente que tenga un mínimo de información porque el tipo de razonamiento que utilizo necesita de ciertas lecturas previas. Luego choca con la forma de pensar «normal» que hay en el país, podrá convencer a quienes sí ven racionalidad en los argumentos aunque no lleguen a practicarlos (predican pero no se convierten), y luego creo que es un momento de reflexión importante que se da dentro de la angustia que deja la guerra.

Las causas que nos llevaron a la guerra no han desaparecido, sino se han agravado entonces desde ese punto de vista el libro tiene actualidad. Tampoco creo que sea un dogma ni nada por el estilo, se puede debatir.

¿Qué opina del conflicto navideño que sostiene la municipalidad con los vendedores ambulantes?

Eso explica claramente la división en cuanto a las oportunidades que pueda tener la gente para sobrevivir. Nunca dicen cuál es la tasa real de desempleo cada quien hace sus estimaciones según lo que quiere afirmar pero no cabe la menor duda de que es sumamente alto, gran parte de la migración hacia Estados Unidos es eso, el país no le ofrece soluciones a la gente, a la gente joven y a la gente de mediana edad, el campo quedó destruido socialmente y físicamente después de la guerra, los que sacaron provecho del campo fueron los militares y los que manejan los mega cultivos, quienes no hacen más que destruir el suelo, sumado a ellos esta farsa de las hidroeléctricas, más las minas de todo lo cual no nos va a quedar nada.

Tampoco hay ninguna capacitación para los campesinos, ninguna oportunidad de poder utilizar la tierra pero no hay diques para la natalidad pues hay una desproporción entre la gente que nace y llega a la juventud y la posibilidades que tenga para obtener un trabajo.

Según una publicación que leí, de la gente económicamente activa, el 70% pertenece a la economía informal…

Así es, entonces esta es la mejor oportunidad que tienen al año para vender, creo que también hay una especie de fetichismo con que sea en determinado lugar. En el imaginario del vendedor ambulante ese es el mejor lugar, es una situación generalizada porque en Coatepeque y en Jalapa hicieron un mercado que nadie quiere ocupar, ellos piensan que la gente va a buscar el lugar y ellos van donde está lo que quieren comprar, eso es tan elemental pero no lo ven así, hay una distorsión en cuanto a que la Sexta Avenida puede ser la mágica atracción para los clientes.

También existe una soberbia de parte del alcalde, es una persona que no tiene don de gentes. Naturalmente su oficio no es precisamente pensar, él es un mascarón de proa de la oligarquía, pertenece a la oligarquía pero era la de los ricos pobres, ahora sí es rico, sin embargo su mérito es haber puesto la cara para aplicar el capitalismo salvaje que toda su gente, los que sí han estudiado prepararon con su llegada a la presidencia. El tipo no entendió que estaba jugando un papel tan difícil y peligroso bastó con que se llenara su ego, pero la gran desgracia que ocasionó fue la destrucción del patrimonio nacional que hizo, la electricidad, las comunicaciones, hasta destruyó las posibilidades de la utilización del Palacio Nacional como centros de oficinas, es cierto que ya no cabían todos los ministerios ahí pero la política de ellos era que sus amigos hicieran edificios y ellos rentar esos edificios a precios exorbitantes y finalmente dejar eso ahí para que Pezzarossi pusiera la marimba en el tejado y dejar que se arruine.

Usted habla sobre el “colonialismo mental”, ¿cómo se relaciona con el tema de la Navidad y un caso paradigmático como El Árbol Gallo?

Bueno mire lo del Árbol Gallo creo que se entiende mejor a la luz de los razonamientos que tiene la mercadotecnia virtual, ellos juegan con la tradición de la Navidad que está muy enraizada y guatemalizada también. Las fiestas de fin de año son un ritual de fuga, un escape de la desgracia. La mercadotecnia alarga las fiestas, en el fondo su único objetivo es vender más.

¿Cómo surge la navidad por estas tierras?

Los primeros que trajeron la cuestión de la Navidad aquí vienen en 1526 y son los frailes dominicos, luego en 1541 llegan los franciscanos. Se le atribuye a Francisco de Asís el haber emprendido la tradición de los nacimientos, en su afán de atraer a la gente o de forzarla a la aceptación de un Dios-hombre que nace.

Los nacimientos se hacen eventualmente en las iglesias y es hasta finales del siglo XVIII que eso se vulgariza (no hablo en términos despectivos) me refiero a que se hace popular. Se hace una apropiación muy grande de parte de la gente porque todos los elementos que se colocan para evocar el nacimiento de este personaje, son autóctonos; se utilizan las frutas, los colores, los olores, etc., ya en el siglo XIX pasa a convertirse en patrimonio popular. La comida juega un papel muy importante, con todos los vegetales, los tamales, los chuchitos, el chocolate hacen una festividad popular, hecha por el pueblo y bien manejada por el pueblo. Parece que es al final del siglo XIX que algunas familias ricas empezaron a hacer nacimientos afuera de las iglesias.

La gente con cierta capacidad de conocimiento histórico hace nacimientos reproduciendo Belén, aunque hay otros híbridos. Al final del año siempre hay una expansión popular que con el pretexto del nacimiento de Jesús, celebra. En los lugares más pobres, las posadas son una forma de convivencia de barrio, se da todo un ritual de fuga de la desgracia en diciembre, Arévalo lo dice de otra manera cuando se refiere al pueblo “canta la felicidad de unas horas y llora la miseria toda una vida”.

Muy pocos saben ligar el equinoccio con el solsticio de invierno o digamos “el principio nuevo de la luz”, el 21 de diciembre el sol llega aparentemente en su movimiento al punto más al sur y ahí se detiene, solsticio quiere decir parada.

La navidad se decretó en el concilio de Nicea, ahí los más fundamentalistas decían que si el redentor había vivido 33 años, la Navidad tenía que celebrarse el día que murió y los otros (ya viendo la posibilidad de evangelizar el norte) disponen que sea mejor hacia al solsticio de invierno cuando vuelve a empezar el ciclo de la luz, por eso los escandinavos ponen candelitas. Esa es completamente otra tradición y aquí en Guatemala, si usted se fija (bueno yo me fije antes porque soy más viejo) el árbol de Navidad entra ya avanzado el siglo XX y no al principio, la difusión es la que manda. Aquí se cantaban los villancicos pero aparecen los discos y las posibilidades que da la reproducción del sonido llegan a su clímax con Mario Lanza y Frank Sinatra, todas canciones de sepa anglosajona por ejemplo La Noche de Paz que es una canción popular de Austria, traducida al inglés, también compite la figura de San Nicolás que es de origen Italiano con la de Santa Claus que es Alemán. Todo eso tiene que ver con la mercadotecnia europea que va avanzando. Los cantos de las posadas se van perdiendo porque ya la letra no la sabe la gente prefiere oír White Christmas aunque no sabe qué quiere decir pero ahí van.

¿Cómo celebra su familia la Navidad?

Nosotros comemos tamales y nos regalamos cosas.

Las causas que nos llevaron a la guerra no han desaparecido, sino se han agravado, entonces desde ese punto de vista el libro tiene actualidad. Tampoco creo que sea un dogma ni nada por el estilo, se puede debatir.

Fragmento del prólogo de Donde Enmudecen las Conciencias

Mi preocupación principal consistió en poner de manifiesto que en la forma de plantear e interpretar los hechos históricos, se ha puesto como punto de partida la manera de ver nuestra historia con los ojos de las potencias colonizadoras europeas, que, al decir de Anouar Abdel-Malek, tomaron la iniciativa histórica al lanzarse sobre América, primero, y más tarde se esparcieron por Asia, África, y Oceanía. De esa cuenta, la historia para tales conquistadores parte de sus orígenes y del acrecentamiento de su poderío , así como de sus leyes, usos y costumbres sociales y, por supuesto, de sus creencias religiosas, sus armas destructoras, las ideología generadas en sus distintas épocas y la certeza de su superioridad sobre “los otros”, en todos los órdenes.

Esto se dio en nuestro medio y en regiones menores; y. lo que es peor, se sigue dando, como un hecho incontrastable la superioridad de esas culturas, asentadas cómodamente en sus riquezas, sus armas y sus conocimientos tecnológicos, así como en sus modas económicas, políticas y religiosas. A la aceptación sin discusión de ese complejo de ideas, realizaciones e idealizaciones es a lo que llamo “colonialismo mental” y creo que es una limitante vergonzosa de nuestras capacidades potenciales. Como se trata de un polo de referencia positivo, es fundamental el polo opuesto: el de referencia negativa. Éste, desde la visión de Pedro de Alvarado y sus parejos hasta el mestizo pobre (que tiene retorcido el entendimiento), es el “indio” y el “negro”.

Por ello me esfuerzo en demostrar que en realidad hay dos actores sociales colectivos con peso mayor del lado maya, porque aunque se les trate de negar su historia real, su personalidad, su dignidad colectiva y su propio pensamiento, existen colectiva e individualmente; y que los garífunas son una minoría dotada de su propia cultura. El hecho que el régimen colonial aún se perpetué no les quita realidad como pueblos con sus propios orígenes e historia.

Salazar Ochoa (ciudad de Guatemala, 1985). Es editor del Suplemento Cultural del Diario La Hora, un tipo arrogante y sin escrúpulos. Miembro honorario del consejo editorial de la revista digital Barrancópolis.

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