Una colaboración de Fabrizio Quemé | GT Cultura

En los últimos diez años Manuel Tzoc ha desarrollado una carrera artística, que además de hacerlo evolucionar en las letras, lo ha llevado a incursionar en las artes visuales. También ha publicado ocho títulos de poesía, siendo el más reciente “Constante Huida: Crimen de un corazón que no recuerdo y/o pronunciamientos del habla tartamuda”, bajo el sello de Editorial Catafixia.

Es una tarde en el caótico Centro Histórico de Guatemala, hemos coordinado con Manuel Tzoc reunirnos en un café ubicado en el interior del Pasaje Rubio y conversar sobre su nuevo libro. Acompañado de una bebida orgánica, Tzoc saca una colorida libreta de su bolsa, con anotaciones y reflexiones importantes sobre su poesía.

_Cul21_1B“Son tres puertas que me dirigen a distintos lugares y atmósferas que llegan a encontrarse en una misma. Cada una de las piezas tiene un discurso, una memoria, una intensión y un gesto”, me explica, respecto a Constante Huida.

Por primera vez, Manuel Tzoc, estructura un libro en distintas partes para poder abordar los ejes identitarios que reflexionan su trabajo: Lo indígena, lo homosexual, lo urbano, lo artístico, entre otros. “Son pilares que sostienen mi deseo, reconocen, dignifican y me nombran ante un sistema que me excluye y me rechaza. Me cuestiono todas estas categorías, asociaciones, estigmas”, comenta.

También es un libro en el que retorna a un formato más tradicional, luego de realizar los libros-objeto Polen (2014) y Cuerpo de niño triste (2015), ambas piezas que ensamblan distintos lenguajes artísticos.

“Yo transito en mi trabajo, si el lenguaje poético me demanda a producir un libro más tradicional, no tengo problemas con eso. Mi producción es variable, no tiene un ritmo constante en cuanto a una línea estética. Yo trabajo a meticulosidad mis textos y les encuentro un soporte visual”, expresa el poeta.

Es este interés y aprecio por las artes visuales, lo que ha llevado a Manuel a elegir la obra, “La creación de los planetas”, del artista Marlov Barrios para dar vida a la portada de Constante Huida. Tzoc, también realiza estudios de arte contemporáneo, los cuales le han ayudado a sistematizar sus procesos de creación. Entre sus proyectos a futuro, se encuentra realizar una instalación masiva, la cual presente sus poemas inéditos literalmente fracturados.

De hecho, Manuel Tzoc posee una mente incansable, algo que demuestra su tenacidad como artista. “A veces no puedo dormir, las ideas me están dando vueltas en la cabeza, me despierto y escribo notas. Me mortifico porque estoy en constante creación, en constante huida”, me confiesa respecto a su proceso creativo.

Pronunciamiento del habla tartamuda

Según palabras del poeta, la primera parte del libro, contiene poemas que guardan una relación con su contexto urbano, símbolos y códigos. “Me dije, quiero que los pronunciamientos del habla tartamuda sean una experimentación en su totalidad”.

“Me gusta jugar con imágenes violentas, pero que sólo se manifiestan en la escritura. Realidad, ficción y ternura de una cultura urbana y su contexto. La belleza de la agresión poética”, enfatiza.

Constante huida: crimen de un corazón que no recuerdo

En la segunda parte del libro, Manuel asume una postura de victimario, ejerciendo la violencia no solo a él mismo sino hacia a los demás. “Para mí la constante huida es un ejercicio de caída y levante, por ese universo real y ficcionado”.

En este módulo los poemas adoptan una nueva formalidad, manteniendo temas vivenciales y experiencias personales. Algunos de los textos fueron incluidos con anterioridad en antologías de poesía y tuvieron cabida en este nuevo título al dialogar perfectamente con el resto de las partes.

“En mi nuevo libro hay una restauración emocional. Ya no me interesa victimizar, ni poner en sufrimiento la figura del poeta. Aunque en algunos textos está presente, ya no es lo medular”.

Poemas de domingos familiares
/ORIGEN Y HERIDA/

La tercera y última parte del libro, reúne algunos de los poemas más íntimos de Manuel, al girar en torno a su núcleo familiar y lesiones más dolorosas. “Se nos cansa la mirada, se nos termina el cuerpo, el tiempo, la sangre. Pero las palabras, el lenguaje, las imágenes, van a quedar allí, como registro de nuestra existencia”, reflexiona. “La poesía se escapa de los libros e irrumpe violentamente en todas partes. Es con nuestra capacidad de asombro e imaginación, que logramos traducirla, para sensibilizar las cosas, el contexto y nuestra mirada”.

“A veces no puedo dormir, las ideas me están dando vueltas en la cabeza, me despierto y escribo notas. Me mortifico porque estoy en constante creación, en constante huida”
Manuel Tzoc


Asista

La presentación y conversatorio del libro se realizará hoy en espacio Yaxs 12 calle “A” 3-25 zona 1, a partir de las 20:00 horas. Los panelistas serán la poeta Rosa Chávez y el cineasta Sergio Valdés Pedroni.

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