Por Itzel Zúñiga
Guadalajara/DPA

Víctima de la persecución nazi y la dictadura comunista, el rumano Norman Manea ganó el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2016, antes llamado Premio Juan Rulfo, «por una obra inmensa que no puede definirse por lo géneros literarios tradicionales».

«Sus grandes temas son las lecciones de la memoria, la absurda violencia del siglo pasado, sus repercusiones en el presente y quizá, por encima de todo, la cuestión de la identidad itinerante», dijo Mercedes Monmany, representante del jurado, en una conferencia de prensa que se realizó en la ciudad mexicana de Guadalajara.

«Frente a las catástrofes de la historia y a los exilios a los que estamos sometidos, Manea pregunta con agudeza e ironía cómo podemos definirnos en un mundo de espejos cambiantes», continuó Monmany al leer el fallo del premio que se entrega anualmente en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, México.

Norman Manea es el primer autor rumano que recibe este reconocimiento, creado en 1991 y que han recibido plumas de Brasil, España, México, Italia, Francia y Portugal.

Con cinco años, Manea, nacido en Bucovina en 1936 y de origen judío, fue encerrado en un campo de concentración en Ucrania. Al pasar el tiempo volvió a Rumania para estudiar ingeniería, luego transformó la pluma en arma contra la dictadura de Nicolae Ceausescu, que respondió censurándolo y orillándole al exilio.

Del otro lado del teléfono, en algún lugar de Berlín por un viaje corto, Manea agradeció emocionado el premio, al que consideró especial «por venir de un mundo lejano personal y geográficamente. Es la prueba del éxito y la resonancia de mi obra y es una oportunidad de acercarla a la cultura latinoamericana», dijo.

Radicado en Nueva York hace más de dos décadas, el galardonado ha escrito títulos como «El sobre negro» (1986), «El impermeable» (1990), «Felicidad obligatoria» (1999), «Payasos: el dictador y el artista» (1997), «El regreso del hooligan» (2003), «El té de Proust» (2010) y «La quinta imposibilidad» (2012).

El personaje central de toda su obra es el judío errante, encarnado en múltiples personalidades y épocas. La vieja Europa y el Nuevo Mundo se entrelazan en una obra que transita entre el dolor de perder la patria, el sufrimiento y el humor cuando no hay otra solución.

Manea, quien dice encontrar grandes paralelismos entre la literatura argentina y europea, aseguró que «el sufrimiento es una experiencia humana, no es algo individual. El sufrimiento y el dolor han sido y serán siempre parte de la historia humana».

«El problema radica en que la sociedad actual es centrífuga, el mundo ha perdido su centro. Lo que cada persona está tratando de buscar es la esperanza, la fe, la alegría», añadió.

El galardón, llamado Premio Juan Rulfo hasta 2005, está dotado con 150.000 dólares y se entregará el 26 de noviembre al inicio de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, el evento literario más importante de las letras en español, que se realizará del 26 de noviembre al 4 de diciembre.

Otros autores que han recibido esta distinción, desde su creación, han sido Nicanor Parra, Yves Bonnefoy, Margo Glantz, Fernando Vallejo, Carlos Monsiváis, Tomás Segovia y Rubem Fonseca. El ganador del premio en la edición de 2015 fue el español Enrique Vila-Matas.

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