Por redacción Cultura

Siempre nos presentan Antigua Guatemala como una de las ciudades coloniales más hermosas de América pero ya viviendo allí uno puede darse cuenta que no es tan perfecta como se pinta en las guías de turismo.

El sobresaliente fotógrafo guatemalteco Eny Roland Hernández nos muestra su particular perspectiva de la urbe antigüeña capturada a través del lente de su cámara. Una exhibición inspirada en Antigua que va más allá del paisaje y las típicas postales para sumergirnos en las actitudes que a veces encontramos en su gente y que en algún momento llegan a convertirse en clichés. El nombre de la exposición está inspirado en la famosa frase: “Pueblo chico, infierno grande” y todo aquello que se relaciona con un lugar tan pequeño como esta ciudad colonial.

Hernández tomó como referencia para montar esta exposición una danza que data de la época colonial denominada «Danza de los 24 diablos de Ciudad Vieja» que por su acercamiento con Antigua y tradiciones decidió utilizar como punto de partida. En esta danza cada diablo representa un pecado, pero Hernández ha sustituido los pecados por actitudes que ha encontrado en la ciudad de Antigua y en casos famosos que se han dado a conocer. “He utilizado una imagen católica llamada «ánima sola» para crear el escenario de los diablos” refiere Hernández.

¿Cuál es el objetivo de la exposición?

Esta exposición es para que en nuestros defectos nos riamos de nosotros mismos, que veamos algunas de las cosas en las que fallamos y de manera sarcástica mostrar nuestros errores y ¿por qué no? mejorar nuestras actitudes, si al final nos complicamos demasiado la vida, que es tan corta.

¿Cómo se vincula la exposición con la vida real en la ciudad colonial?

Uno puede vivir en un lugar muy hermoso pero si las actitudes de tus vecinos y personas con las que te rodeas no son las correctas, las personas se pueden convertir en esos diablos que harán de tu vida un infierno.

Es un dicho muy común aquel de «Antigua Guatemala, la ciudad de las eternas rosas y las viejas chismosas» y, más allá de la gracia de la frase, es de reconocer que cierta parte oscura de la naturaleza humana nos identifica a todos con actitudes no precisamente éticas ni edificantes que, con todo y matices y perspectivas humorísticas, no dejan de ser principalmente resultado de sociedades moralinas y conservadoras, castrantes de casi toda libertad individual e inquisidoras de la diversidad. Aun así –y sin justificar esa práctica- también ocurre que el diablillo que llevamos dentro puede además tornarse en un verdadero y peligroso demonio, que convierte a las personas en eso, en entes sin alma que caminan por las calles empedradas, provocando daños sin miramientos más allá de su propia conveniencia, sea en los espacios íntimos o abiertamente en sociedad. Con el colorido que caracteriza las tradiciones guatemaltecas, esta exposición explora –paradójicamente, con ligereza y gravedad – el purgatorio en que puede resultar vivir en esta ciudad de rosas perpetuas y joyas coloniales, ángeles anónimos y entes grises, pero también diablillos y diablotes.


Inauguración Especial

Sábado 16 de abril / 6:30 pm.
Galería de arte Mesón Panza Verde, 5 ave Sur #19 Antigua Guatemala
Fotografía, Video y Performance.
Las actividades concluirán con una actividad especial de desenfreno con el DJ the Green Jesus/Analógicos programada a partir de las 22:00 horas en El Ático, cantina mexicana, 5ta avenida norte #29 Calle del Arco.

“…Cierta parte oscura de la naturaleza humana nos identifica a todos con actitudes no precisamente éticas ni edificantes que, con todo y matices y perspectivas humorísticas, no dejan de ser principalmente resultado de sociedades moralinas y conservadoras, castrantes de casi toda libertad individual e inquisidoras de la diversidad.”

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