Por LINDSEY BAHR
LOS ÁNGELES / Agencia AP

El astro de 23 años de «Star Wars: The Force Awakens» John Boyega necesitaba ayuda. Comenzaba a preguntarse cosas sobre su vida después de ser parte de una de las películas más esperadas de todos los tiempos.

El actor británico no era un desconocido cuando lo eligieron para el papel, a diferencia de su compañera de reparto Daisy Ridley, pero el cambio para estar al frente de la nueva entrega de la multimillonaria serie de películas de Star Wars era estratosférico tras la cinta de culto de 2011 «Attack the Block».

No se arrepiente. Boyega había pasado siete meses intensos de audiciones para llegar ahí y de entrada es un gran fan. Pero estaba a prueba de otra manera, de un modo que ninguna escuela de actuación le podría haber enseñado. Comenzando porque no le permitieron llevarse el guion a casa para memorizarlo, el misterio alrededor del proyecto requería que los guiones se quedaran en el plató en Londres.

Para salir de este embrollo grababa las respuestas a su diálogo en su teléfono para poder ensayar en otras partes. Pero una noche, mientras su chofer iba saliendo del estacionamiento se dio cuenta de que no podía recordar nada, así que regresaron a los Estudios Pinewood y se desveló estudiando sus diálogos ahí.

«Creo que Dios envió a Jesús en persona para ayudarme con esto», dijo Boyega. «Señor ten piedad, así fue la experiencia».

También se sentía inseguro sobre el futuro. No quería ser una carga para sus compañeros de reparto como Harrison Ford, Carrie Fisher y Mark Hamill con preguntas sobre su experiencia o cómo llevaron el ascenso a la fama galáctica.

«Son mis compañeros de elenco y estamos en un ambiente de trabajo», dijo Boyega. «No es el lugar para que te enseñen eso».

En aquel entonces la agencia de talento de Boyega, CAA, también representaba al astro de «Iron Man» Robert Downey Jr., quien conoce este tipo de fama. Así que le mandó un correo al agente de Downey en el que decía: «Hola, soy John. Estaré en ‘Star Wars’. Si tiene tiempo, ¿Robert Downey Jr. podría ser mi mentor?».

No sabía si iba a lograr algún resultado, pero se dio cuenta de que valía la pena. Tras esto Boyega recuerda ir manejando por Londres cuando recibió una llamada de un número desconocido.

«¿Quién habla?», dijo Boyega.

«Es Robert», dijo la voz.

«¿Robert quién?»

«Eh, Robert, Downey Jr.»

«Pensé, rayos, ¡Iron Man!», recordó Boyega. «Mejor me estaciono».

Ese día platicaron por dos horas. Fue el comienzo de una verdadera amistad que desde entonces ha llevado a más pláticas de horas, videollamadas e incluso una cita para comer pollo y waffles.

«Gracias a Dios profundizamos», dijo Boyega sobre sus pláticas. «La mayoría es definitivamente privado, pero en general lo suyo siempre ha sido la paz interior, y cómo lidiar con esto a un nivel mental. Cuidar de tu salud mental es algo de lo que me platica».

«Realmente ha cambiado mi vida con sus consejos».

Ya sea por la influencia de Downey o no, Boyega ha sobrellevado la atención como un experto, incluso las partes malas, como los comentarios negativos de algunas personas en internet sobre su raza.

Cuando se presentó el primer adelanto de la película el año pasado, el rostro de Boyega era lo primero en aparecer en pantalla y el hashtag #blackstormtrooper se volvió tendencia en Twitter. Esa no ha sido la última vez que el racismo afecte la fiebre generalmente positiva por la película.

«Soy una persona fuerte, eso es lo que he aprendido en el proceso», dijo Boyega.

Boyega pone todo en perspectiva y destacó las preventas masivas para las funciones de la cinta y el hecho de que él todavía está en la película. El coautor del guion Lawrence Kasdan dijo que el personaje de Boyega, Finn, no fue escrito con alguna característica racial en particular. Finn pudo ser cualquiera.

«La reputación de los fans de ‘Star Wars’ no puede ser manchada por algunos», dijo Boyega. «Que se queden en su isla y todos los demás a disfrutar de ‘Star Wars»’.

Por ahora está emocionado por el estreno. Planea estar en Nueva York el 18 de diciembre cuando finalmente llegue a los cines.

«Estará por todos lados, y no me refiero a los posters», dijo. «Quiero ver cómo se siente la gente, saldré con un montón de cámaras go-pro. Quizá hasta me forme en la fila para algunas películas y haga preguntas con una máscara puesta. Haré lo que quiera».

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