Por DAVID RISING
BERLÍN
Agencia/AP

La Conferencia Judía de Reclamos informó hoy que identificó una pintura como una de las obras de arte robadas por los nazis y que formaba parte del inventario recientemente publicado de cientos de obras que pertenecían al fallecido coleccionista alemán Cornelius Gurlitt.

El vicepresidente ejecutivo del organismo, Greg Schneider, dijo en un correo electrónico hoy a The Associated Press que un Pissarro hallado en Salzburgo y que era una de las alrededor de 250 obras de arte propiedad de Gurlitt coincidía con una de las obras sustraídas que aparecen en la lista de la Conferencia.

El museo suizo Kunstmuseum de Berna, que heredó la colección, publicó ayer en internet la lista de las obras encontradas en Salzburgo así como las cerca de mil 280 más que estaban en el apartamento de Gurlitt en Múnich.

Aunque algunas de las obras de Múnich ya se conocían, muchos pudieron ver apenas por primera vez las obras que Gurlitt mantuvo en la casa de su propiedad en Austria. Incluye obras de Brueghel, Monet, Renoir y Picasso.

Gurlitt heredó gran parte de las obras de su padre, quien en la década de 1930 ayudó a los nazis a vender arte que consideraban «degenerado» a compradores fuera de Alemania a cambio de dinero en efectivo. Algunas de las obras —entre ellas obras maestras impresionistas y modernas— habían sido decomisadas por los nazis a museos, mientras que otras fueron robadas o compradas por una miseria a coleccionistas judíos que fueron obligados a venderlas.

Gurlitt murió en mayo a los 81 años, designando al museo suizo como su único heredero.

La pinacoteca dijo que investigará la procedencia de las obras de arte de Salzburgo y espera que en el plazo de tres meses pueda decidir cuales podrían haber sido robadas.

Schneider elogió la transparencia del museo, pero pidió más tiempo para investigar las obras.

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