Víctor Ferrigno F.

Jurista, analista político y periodista de opinión desde 1978, en Guatemala, El Salvador y México. Experiencia académica en las universidades Rafael Landívar y San Carlos de Guatemala; Universidad de El Salvador; Universidad Nacional Autónoma de México; Pontificia Universidad Católica del Perú; y Universidad de Utrecht, Países Bajos. Ensayista, traductor y editor. Especialista en Etno-desarrollo, Derecho Indígena y Litigio Estratégico. Experiencia laboral como funcionario de la ONU, consultor de organismos internacionales y nacionales, asesor de Pueblos Indígenas y organizaciones sociales, carpintero y agro-ecólogo. Apasionado por la vida, sobreviviente del conflicto armado, luchador por una Guatemala plurinacional, con justicia, democracia y equidad.

post author

Víctor Ferrigno F.

Ayer, los nuevos operadores políticos para Centroamérica del Presidente Biden, anunciaron que EE. UU. creará una fuerza de tarea regional anticorrupción, que robustezca la prosperidad, la institucionalidad y la dignidad en Honduras, El Salvador y Guatemala, aseguraron el Asistente Especial del Presidente y director principal del Consejo Nacional de Seguridad para el Hemisferio Occidental, Juan González, y el enviado especial para el Triángulo Norte, Ricardo Zúñiga. El pacto de corruptos oye pasos de animal grande.

La instancia regional busca llenar el espacio dejado por la CICIG en Guatemala, y la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH). La iniciativa no está limitada a un plazo determinado, sino que buscará afianzar las condiciones de justicia y reforzar la lucha contra la corrupción y la impunidad en la región, hasta que un día no se le necesite, expusieron durante una conferencia de prensa telefónica.

González y Zúñiga forman parte de una comitiva integrada por funcionarios estadounidenses que se encuentra en México y viajarán esta semana a Guatemala, si la ceniza del Volcán Pacaya se los permite, pues ayer obligó a cerrar el aeropuerto.

“Combatir la corrupción está al centro de todo lo que tenemos que hacer. La falta de oportunidades económicas, la criminalidad y el narcotráfico, mucho tiene que ver con la corrupción”, destacó González.

El funcionario estadounidense expuso que el plan incluye trabajar con los fiscales que ya son parte de la lucha contra la corrupción. A criterio suyo, en la región hay funcionarios de justicia que ejercen sus funciones con ese fin, pero no tienen apoyo suficiente, como lo denunció la jueza Erika Aifán, al recibir el premio Mujer de Coraje.

En ese orden de ideas, Ricardo Zúñiga, enviado especial para el Triángulo Norte, resaltó la labor de Juan Francisco Sandoval, jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), y de Erika Aifán, titular del Juzgado de Mayor Riesgo D.

González y Zúñiga expresaron que la lucha contra el crimen organizado y la corrupción pública es crucial, pues son los ejes del deterioro de Centroamérica. También aseguraron que “Centroamérica está entre las tres prioridades más altas en política exterior de los Estados Unidos”.

Juan González aseguró que “Estamos dispuestos a ayudar de encontrar la manera de sacar a esas malas influencias, por ejemplo, sabemos que la influencia a través de contribuciones ilícitas a las campañas políticas, esto es algo que afecta a varios países de Centroamérica, entre ellos, Honduras. En general, lo importante es el reconocimiento de que EE. UU. va a tener una relación preferencial con actores que están comprometidos con los esfuerzos contra la corrupción». Varios diputados y politicastros tendrán que poner sus barbas en remojo.

Está claro que los enviados del Gobierno de EE. UU. conocen muy bien la problemática del Triángulo Norte, y que no quieren repetir los errores del pasado. Por ello, en el Plan Biden para Centroamérica, se anuncia que los cuatro mil millones de dólares que lo financiarán no serán entregados a los gobiernos, sino a actores sociales y empresariales de la región. Todo ello, para combatir las causas que generan la emigración al norte.

Para agrandar la preocupación del pacto de corruptos, aclararon que la iniciativa anticorrupción es una acción que EE. UU. implementará sin esperar la anuencia de los gobiernos de la región, y enumeraron los distintos tipos de medidas coercitivas que implementarán contra los corruptos, persiguiéndolos y decomisando sus bienes.

Haciendo gala de realismo, los enviados de Biden reconocieron que la ayuda de EE. UU. no es suficiente para cambiar los problemas estructurales de la región, y que se requiere del concurso de los Gobiernos y la ciudadanía. ¿Será posible articular tal alianza? En 2015 lo logramos; espero que esta vez también, y consigamos forjar patria para todos y todas.

Artículo anteriorPosibilidades
Artículo siguienteAvanza alianza Conservadora