Emilio Matta

emiliomattasaravia@gmail.com

Esposo y padre. Licenciado en Administración de Empresas de la Universidad Francisco Marroquín, MBA de la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile, Certificado en Métodos de Pronósticos por Florida International University. 24 años de trayectoria profesional en las áreas de Operaciones, Logística y Finanzas en empresas industriales, comerciales y de servicios, empresario y columnista en La Hora.

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Emilio Matta Saravia
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La reactivación económica de Guatemala dependerá de la capacidad que tenga el gobierno de Guatemala de vacunar contra el COVID a la gran mayoría de la población adulta en el menor tiempo posible. Las autoridades de este gobierno deben tener este punto harto claro, y deben ser, además, totalmente transparentes en la información que brinden sobre cada fase de la vacunación a nivel nacional.

Ya vamos tarde. Los países de la región que ya comenzaron a vacunar son México, Brasil, Argentina, Costa Rica, Chile y Ecuador, mientras que nosotros iniciaremos, si bien nos va, a finales de febrero. Sin embargo, ese primer lote de un poco más de 840 mil vacunas apenas alcanzará para inmunizar a 420 mil personas, a quienes están en la primera línea de atención y a quienes presentan mayores riesgos, principalmente los adultos mayores. La inmunización de la mayoría de la población iniciaría hasta mayo, supuestamente. De iniciar el 1º de Mayo, lo cual se antoja irreal, el gobierno tiene 245 días calendario o 169 días hábiles, descontando fines de semana y feriados, para inmunizar en lo que resta de este año a la mayoría de las personas en edad de trabajar, aproximadamente 10 millones de personas o 20 millones de dosis. Esto significa que el gobierno deberá aplicar entre 82 mil y 118 mil dosis diarias (dependiendo si vacunaran fines de semana y feriados o no) para proteger contra el COVID a una masa crítica de la población, y así se puedan flexibilizar algunas medidas que pueden ayudar a mejorar la economía del país.

El tema de la transparencia es el que más preocupa. Este gobierno, principalmente el presidente, han demostrado hasta la saciedad que no van a ser transparentes con la población. Prueba de ello es la más reciente cadena nacional en la que el mandatario (mal)informó a la nación sobre los principales “acuerdos” logrados con el presupuesto y su reducción en 13 mil millones de Quetzales, jactándose (como de costumbre) de que era una cifra mayor a la que los tanques de pensamiento habían propuesto reducir. Resultó que, como siempre, la información proporcionada por el mandatario en su cadena nacional no reflejaba la realidad. Le corrigieron la plana el ministro de Finanzas e integrantes de los tanques de pensamiento involucrados, indicando que el presupuesto aprobado seguía siendo por Q 107 millardos, y no los Q 94 millardos que dijo el presidente, y que solo el Congreso podía reducir el monto del presupuesto. Encima de todo, trascendió que en las reasignaciones presupuestarias no hubo involucramiento del Ministerio de Finanzas ni de cuadros técnicos, sino que lo hizo directamente el presidente con cada ministerio. De momento, no hay candados de ningún tipo para los Q 13 millardos que se “redujeron”.

La gestión de la comunicación del mandatario ha sido errática, no sólo con su equipo de trabajo (vicepresidente y ministros) sino que también con la población a través de cadenas nacionales donde en vez de informar y aclarar, desinforma y confunde. Y la comunicación clara, directa y sobre todo transparente de los temas relevantes como la vacunación de COVID, será un elemento clave para lograr mejorar la confianza y reactivar la economía de Guatemala. Esperamos que esta vez sí lo entienda.

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