Arlena Cifuentes
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Debido a la manipulación y manoseo que el gobierno viene realizando sobre la información del coronavirus con el fin de alcanzar sus propósitos plagada de toda falsedad y mentira resulta imposible dejar de ver, como de hacer oídos sordos y paralizar el cerebro como fuente de discernimiento. De manera descarada han trazado todo el andamiaje que les está permitiendo alcanzar sus taimados objetivos en un marco de impunidad en el cual resulta fácil realizar toda clase de negociaciones y de ajustes forzados con el fin de hacer prevalecer el interés económico. Esto último podríamos comprenderlo si tan solo se realizaran las pruebas suficientes y se nos hablara con transparencia proporcionando datos confiables sobre el número de infectados y de fallecidos con el fin de que la población sepa a que atenerse.

Es inadmisible lo que de manera deliberada ha sido orquestado por el presidente con la complicidad del señor del corbatín, la ministra de salud, la alianza de corruptos y quienes ostentan el poder económico.

Si nos damos cuenta el número de infectados diarios no ha sobrepasado en el tablero los 1,400, cifra totalmente alejada de la realidad. Por otra parte, desde que abruptamente aumentaron el número de recuperados la cifra de infectados no supera los catorce mil, somos el país de las maravillas. Fácilmente se puede inferir de lo anterior una constante en estos rubros en donde su objetivo queda más que evidenciado. La información no puede traspasar los límites por ellos acordados. Pero ¡oh! sorpresa durante el fin de semana recién pasado las cifras descendieron de manera extraordinaria a 328 infectados el día sábado y el domingo a 236 Nada más alejado de la realidad. Por su parte la Coprecovid en un documento enviado al congreso informó que “se observa que el departamento de Guatemala, llegó a la cima de la primera ola epidémica hace 4 semanas y ha iniciado un descenso en las últimas dos semanas”. ¿Habrá mayor cinismo que este? Todo con el fin de justificar la apertura económica y de lavarse las manos con los efectos que esto provocará en un futuro cercano.

El gobierno ha incumplido el mandato constitucional que privilegia la vida y la salud de los habitantes. Todo lo que hemos visto son discursos demagógicos del mandatario dirigidos a la población cautiva.

Sin precedentes el atropello gubernamental al pueblo de Guatemala que aprovechando muy bien su apatía, polarización e ignorancia y sabedor de que un despertar de conciencia no es posible, arremete y se aprovecha. ¡Qué ironía! A pesar de todo lo anterior no me explico como los medios escritos, hablados y virtuales –independientes- le hacen el juego al gobierno publicando las mentiras en las que se constituye la información oficial que únicamente generan confusión.

Cómo justificarán el gobierno en dos o tres semanas cuando estemos cerca del pico el número de infectados y muertes. Llegará el momento en que no podrán seguir manipulando la información pero aún así se lavarán las manos y usted estimado conciudadano será el culpable por haberse portado mal. Es importante subrayar que para realizar la apertura se recurrió a realizar toda una serie de ajustes fraudulentos a sabiendas de que no se cumplían las condiciones mínimas para hacerlo.
Imposible dejar pasar la ignominiosa conducta del COLEGIO DE MÉDICOS, quien no sólo no brindó acompañamiento alguno a sus colegas agremiados a lo largo de estos meses si no que de manera equivocada decide bajar del pedestal para mostrarles su solidaridad y premiarles a través de la vía telefónica: “por estar en primera línea se ha hecho acreedor a dos mascarillas n95 y una careta”, ofensivo desde todo punto de vista. El pensamiento retrograda permanece en todas las instituciones. Los médicos no son limosneros, en sus manos está poner en jaque al pueblo y al gobierno.

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