Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

“No podemos estar en modo de supervivencia. Tenemos que estar en el modo de crecimiento” Jeff Bezo

Como consecuencia del artículo aparecido en el diario La Hora la semana pasada, me han trasladado información importante, no solamente de las necesidades de los agremiados el Colegio de Médicos y Cirujanos, también de otros colegios profesionales, que no solamente no cumplen con uno de los principales objetivos de su creación, que es el apoyo de los representantes a sus agremiados, también la transparencia y buen hacer de sus directivos, desafortunadamente en el país adolecemos de más carencias éticas y morales, de las que aparentamos, por lo que estamos en deuda permanente con la sociedad.

Mientras, en el colegio antes mencionado, se violan derechos fundamentales reconocidos tanto nacional, como internacionalmente entre los que se encuentran, el derecho a una vida digna, así como a una tercera edad en la que valore no solamente económicamente, también moralmente una labor entregada a la sociedad, tiempo que oscila entre 20 y 40 años de la vida útil de una persona, garantías internacionales, que desafortunadamente en nuestro país no se han respetado, como se hará saber en el próximo artículo, por no contar con el suficiente espacio en el presente, sin embargo es importante mencionar que la JD del Colegio de Médicos, en Asamblea General plantea el aumento de la cuota por colegiación y a la vez congelamiento de nuevos jubilados (Quienes han cumplido 65 años) por des financiación del plan de prestaciones, el órgano que toma esas decisiones es la Asamblea General, quien por medio de votación democrática, hace efectiva la decisión.

¿Qué significa el resultado de la votación? Que los agremiados “temporalmente” pagarían una cuota aumentada en un 95.86 por ciento, mientras los asociados que fueran cumpliendo 65 años, no podrían acceder al plan de jubilación de su propio colegio profesional, porque este derecho se encontraría, y se encuentra congelado aún.
Mientras esto sucede, los médicos siguen muriendo al enfrentar la pandemia sin los insumos ni herramientas mínimas, además sin salario, porque el MSPAS, no solamente no los ha contratado aún, después de jugarse la vida durante más de cuatro meses tiempo desde se ha instalado la pandemia, el CMC no defiende a sus agremiados, guardando un silencio cómplice con el Gobierno Central, en quien la población creyó dándole el tiempo suficiente para que se preparara para la etapa que estamos viviendo.

¿Cuál es la filosofía del deber ser de los Colegios Profesionales? Procurar el bienestar de sus agremiados, que con sus cuotas permiten la existencia de los mismos, sin embargo, sin ir muy lejos el sábado recién pasado, entre tantos médicos que diariamente pierden la vida, para que usted y yo vivamos, fallece de Cobid-19 el médico  Óscar Guillermo Hernández Alonzo, quien según sus compañeros  fue uno de los primeros en denunciar públicamente las carencias de insumos de protección para el personal médico, de enfermería y todo el personal que labora en el hospital de campaña.
Sus compañeros denuncian que no solamente se contagió de la enfermedad por la falta de protección, estando al frente de la batalla que libró junto a ellos en contra de la pandemia, también paradójicamente tuvo que comprar sus propias medicinas.
Por si todo esto fuera poco, el actual Presidente del CMC, anuncia con bombos y platillos, que los practicantes de medicina que se encuentran en nuestro propio epicentro (Hospitales Roosevelt y General) sin haberse graduado en la forma tradicional, podrán colegiarse, por lo que podrán acceder a una plaza 029 o con suerte 022, y pagarán sus cuotas naturalmente, ¿Qué padre o madre expondría la vida de su hijo a cambio de un cartón, que puede ser que no llegue a ostentar porque muera por falta de equipo e insumos? Me parece que ninguno.
Y mientras los médicos de todas las edades luchan cual Goliat modernos, sin escudos que los protejan, el presupuesto no se ejecuta debidamente (Corrupción en su máxima expresión) los jóvenes podrían pasar a ser carne de cañón, y los que necesitan su jubilación porque ya cumplieron con la sociedad no pueden acceder a ella, y el colegio, bien muchísimas gracias, pagándose un asesor de imagen, porque está deteriorada, sin defender en lo más mínimo la vida seguridad y dignidad de quienes hacen posible la existencia de la institución.
No se puede vivir eternamente de rodillas, en algún momento todos nos cansamos, y alguien cansado se vuelve titán.

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