El Congreso deberá empezar a elegir a las Cortes. Foto La Hora/Congreso

La resolución de la Corte de Constitucionalidad en el amparo sobre el tema de la elección de las Cortes implica que se debe poner especial atención al tema de la honorabilidad de los propuestos para hacer la elección en el Congreso de la República, lo que implica, desde luego, que aquellos que estuvieron negociando sus posiciones con el mega operador de comisiones paralelas, Gustavo Alejos, así como con los diputados que siguen dirigiendo el Pacto de Corruptos, por definición no pueden calificarse como honorables porque negociar con quienes están trabajando para asegurar la impunidad es lo menos honrado y digno que se pueda imaginar en quienes aspiran a ser administradores de justicia.

Es obvio que se aceleran varios proyectos para jugarle la vuelta a la resolución de la Corte de Constitucionalidad y que, en último caso, el pacto siente que cuenta con suficientes diputados como para hacer una elección que asegure el amaño de todo el proceso, aunque luego venga otra batalla legal para deducir la responsabilidad penal a los que, en abierto desacato a la CC, voten a favor de los que hicieron romería para buscar que Gustavo Alejos, como gran Postulador, los incluyera en los listados de la Corte Suprema de Justicia o de las Salas de Apelaciones. Obviamente el acuerdo partió de garantizar que todos los procesos iniciados por la CICIG junto al Ministerio Público, cuando ese ente no era sólo vigilante, queden sin condena para que los corruptos investigados y procesados puedan salir tranquilamente a disfrutar de los millones amasados.

Y es tanto el dinero que hay en juego que se pueden comprar muchas conciencias, lo que explica la forma en que se definieron los listados en las comisiones y la forma en que se tiene preparada la elección en el Congreso. La Corte de Constitucionalidad, sin embargo, fijó parámetros que tienen que respetarse y cumplirse, por lo que los que dejaron tirada su honorabilidad en la entrada del sanatorio donde despachaba cínicamente Alejos o los que lo hicieron al marcar el número en sus aparatos telefónicos para concretar el pacto de impunidad, no son elegibles bajo ningún punto de vista.

Es manifiesta la conspiración para cooptar el sistema de justicia y manifiesta la intención de impunidad promovida por este nuevo ejercicio de comisiones paralelas. Pero obviamente sabemos que el cinismo es una de las características de quienes se sienten amparados por su poder, político y económico, por lo que tenemos que estar atentos porque contra viento y marea tratarán de convertir el pacto de corruptos en el pacto de la impunidad.

Redacción La Hora

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