Foto editorial. Hasta en una citación autoridades del Ministerio de Salud dieron a conocer más detalles de la situación de los hospitales temporales. Foto La Hora/José Castro

Gracias a la citaciones en el Congreso se pudo establecer que los pacientes asintomáticos del coronavirus están siendo forzados a permanecer en los hospitales de Villa Nueva y Parque de la Industria, lo cual obviamente satura rápidamente la capacidad de los nosocomios mientras en todo el mundo se les deja en su casa con las medidas de aislamiento. Es cierto que aquí hay casos donde no es posible que el paciente se aísle en una habitación de su vivienda y por ello deberán permanecer recluidos, pero para ello se puede avanzar en el arrendamiento de hoteles para hospedarlos y así dejar habilitadas las camas y el personal para los sintomáticos.

Por todo ello es que se habla tanto de la información epidemiológica porque es obvio que en el gobierno están aturdidos y no ven la radiografía completa. Un estudio al que tuvimos acceso, de un importante complejo de salud en Estados Unidos, indica cómo la información les sirve para tomar decisiones y mejorar la atención al paciente. Empiezan señalando que en la última semana, objeto del estudio, del total de casos detectados 29.16 por ciento requirieron atención hospitalaria mientras 70.84 por ciento fueron dejados en calidad ambulatoria con la restricción de contactos hasta con sus mismos familiares. Con base en esa información pueden categorizar quiénes tienen condiciones moderadas y cuáles están graves y requieren de intensivo, detallando el tipo de complicación que presentan sobre la base de condiciones preexistentes como presión alta, diabetes, problemas pulmonares o cardíacos, uso de ciertos medicamentos y más de veinte variables que dan un panorama completo de la situación.

Si los funcionarios del ministerio de Salud no tienen tiempo para pensar, compartiendo la información ayudarían a que otros piensen por ellos en cuestiones tan elementales como lo que está tratando de hacer el Seguro Social al contratar hoteles, que están vacíos, para recluir allí a los pacientes que son asintomáticos y dejar los hospitales libres para quienes los necesiten. Pero como no comparten información, nadie sabía lo que estaban haciendo al recluir, como si fueran presos, a los pacientes que no tienen complicaciones ni presentan síntoma alguno.

Mencionamos esto porque es importante entender que sin información están volando a ciegas y que es preciso abandonar ese secretismo que de todos modos está siendo rebasado porque empresas e instituciones están divulgando los casos que se presentan en sus organizaciones. Pareciera que el gobierno está contagiado con lo de ver como apestados a los que dan positivo en vez de tratarlos con criterios de respeto pero también de eficiencia.

Redacción La Hora

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