Jorge Morales Toj

Maya K’iche’, Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogado y Notario, con estudios de Maestría y Doctorado en Derecho Constitucional. Pacifista y Defensor de los Derechos Humanos.

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Jorge Morales Toj
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Según fuentes del Banco de Guatemala, los aportes de nuestros hermanos migrantes a través de las remesas sumaron US$10,508,307.4 durante el año 2019, es decir, que las remesas cubrieron casi el 90% del presupuesto general de la nación. Para los meses de enero a marzo del presente año, el aporte fue de US$2,389,420.5. La economía de Guatemala se ha basado en la mano de obra de miles de hermanos y hermanas migrantes, que se han dejado todo por una vida mejor para sus familias y han beneficiado a toda Guatemala.

La crisis del coronavirus está golpeando duramente a nuestros hermanos migrantes en los Estados Unidos, recordemos que el sistema de salud norteamericano es privado, que nuestros conciudadanos que viven y trabajan en el norte, la gran mayoría no tienen acceso al sistema de salud y por lo consiguiente son los más vulnerables ante la pandemia que sufrimos. En medio de la pandemia, continúan las deportaciones de nuestros hermanos migrantes y muchos de ellos han venido con síntomas e incluso infectados con coronavirus. Según autoridades de relaciones exteriores, se han detectado 51 casos de coronavirus en hermanos deportados.

Ante los constantes deportaciones y arribo de connacionales y de hermanos centroamericanos deportados de Estados Unidos y México, hemos vistos imágenes que degradan la dignidad de todo ser humanos. En varios casos los hermanos deportados han sido confinados en salones, en el aeropuerto o en lugares improvisados sin condiciones dignas. En otros casos, hemos visto reacciones de desprecio, estigmatización e incluso de violencia hacia nuestros hermanos migrantes deportados, acciones totalmente condenables. La falta de acciones favorables de las distintas instituciones gubernamentales en favor de nuestros hermanos deportados es nula y poco efectiva en favor de los derechos humanos de nuestros connacionales.

Ante la grave situación que viven los hermanos migrantes en el continente americano, la Comisión Interamericano de Derechos Humanos CIDH “llama a que los Estados aseguren las condiciones adecuadas de respeto a los derechos en el contexto de las medidas restrictivas adoptadas para la contención de la pandemia, tales como el cierre de fronteras y reducción de libertades de locomoción interna e internacional, entre otras…”

Asimismo, la CIDH recomendó a los Estados: A) Tomar medidas específicas para incluir a las personas en situación de movilidad humana en las políticas y servicios de prevención y respuesta al COVID-19, incluyendo garantizar el acceso equitativo a la información, las pruebas y la atención médica, independientemente de su situación migratoria. B) Adecuar las medidas de contención de la pandemia adoptadas, como la imposición de cuarentenas, medidas de aislamiento y cierre de fronteras, con sus obligaciones de protección internacional y en armonía con los principios de solidaridad y responsabilidad compartida que le caben tanto a los Estados de origen, como los de tránsito y acogida

El Estado tiene gran responsabilidad en brindarles atención a nuestros hermanos deportados. Los ciudadanos debemos seguir el ejemplo de los alcaldes comunitarios y COCODES de Uspantán El Quiché, quienes a través de una manta colocada en la entrada del municipio dice: “Bienvenido a tu tierra hermano y hermana migrante, el pueblo de Uspantán de recibe con los brazos abiertos”.

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