Juan Antonio Mazariegos

jamazar@alegalis.com

Abogado y Notario por la Universidad Rafael Landívar, posee una Maestría en Administración de Empresas (MBA) por la Pontificia Universidad Católica de Chile y un Postgrado en Derecho Penal por la Universidad del Istmo. Ha sido profesor universitario de la Facultad de Derecho de la Universidad Rafael Landívar en donde ha impartido los cursos de Derecho Procesal Civil y Laboratorio de Derecho Procesal Civil. Ha sido y es fundador, accionista, directo y/o representante de diversas empresas mercantiles, así como Mandatario de diversas compañías nacionales y extranjeras. Es Fundador de la firma de Abogados Alegalis, con oficinas en Guatemala y Hong Kong, columnista del Diario La Hora y Maratonista.

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Juan Antonio Mazariegos G.

En México se conoce popularmente como Huachicoleros a las personas que se dedican al robo de gasolinas y otros combustibles, aprovechando la desorganización y mafias que saquean a la estatal compañía de explotación y comercialización de productos derivados del petróleo, PEMEX, una empresa gigantesca del gobierno de ese país que ha quedado totalmente rezagada dentro del mercado del petróleo a nivel mundial, luego de interminables años de incapacidad estatal para su manejo y desarrollo de competencias. Me encuentro en México por motivos de trabajo y me ha tocado presenciar el final de una crisis sin precedentes, de desabastecimiento de combustibles que acarreó interminables colas frente a las estaciones expendedoras, enfrentamientos que llegaron en muchos casos a agresiones físicas y una paralización generalizada de la economía de un país productor y exportador de petróleo y carburantes, poseedor de una de las mayores reservas conocidas en el mundo, que enfrenta una mafia organizada que de conformidad a algunas fuentes noticiosas, ha robado a la estatal PEMEX hasta un 20% de su producción, a través de una amplia gama de sistemas que van, desde sofisticados sistemas informáticos y financieros que burlaban a la empresa estatal, hasta folclóricos personajes que bajo el mote de Huachicoleros, extraen ilegalmente el combustible de las pipas y estaciones de la compañía estatal.

La solución que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) implementó, fue la paralización completa de la distribución de carburantes, con el objetivo de desabastecer también a los Huachicoleros en una medida que revirtió a los pocos días y que dejó más dudas que certeza, tanto por su resultado, como también como por los comentarios de algunos expertos que indicaron que la paralización no se debía a un cierre de llaves para que no se robaran el combustible sino más bien un desabastecimiento provocado por la incapacidad de los nuevos funcionarios al frente de la política energética del gobierno y de la estatal compañía petrolera.

Sea cual haya sido la razón de la decisión del gobierno de AMLO, o la causa que produjo el desabastecimiento, México quedó sin combustibles y no parece que esa medida haya acabado con las mafias o que se hayan producido acciones concretas contra ellas. Parece ser que las acciones precipitadas del gobierno de AMLO, como esta o la encuesta digital que acabó con el proyecto del nuevo aeropuerto de la ciudad de México el mes pasado, obedecen más a intentos faranduleros o populistas que a medidas correctivas que conlleven la verdadera destrucción de la corrupción o de las mafias.

Mientras tanto, los Huachicoleros decidieron crear su propio Santo para invocarlo y pelear contra AMLO y ahora se encomiendan al Santo Niño Huachicolero, el cual aparece en memes en redes sociales, representado por la imagen alterada del Santo Niño de Atocha, que en lugar de sujetar un báculo y flores, ostenta ahora bidones y una manguera con la que desafía a AMLO y a sus políticas de gobierno.

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