Alfredo Saavedra

Desde Canadá.– Los sacerdotes católicos en su ordenación hacen un juramento de celibato, pero cuando algunos quebrantan ese compromiso eclesiástico dejan a sus hijos viviendo una vida de engaño, por ello se está haciendo presión a la Iglesia para obligar a los curas desobedientes a tener responsabilidad como progenitores. Así lo expone, en amplio reportaje, el importante diario canadiense Toronto Star, en tres páginas tamaño Standard, lo que denota la relevancia del tema hasta ahora en plena discusión.

La iniciativa para lo que denominan “sacar de la sombra” a los miles de hijos de sacerdotes, se le atribuye a la organización Coping International, definida como Grupo de Apoyo, de reciente formación por el sistema de Internet, con base en Irlanda y que en principio está enfocada en urgir a la Iglesia y sus ministros a que reconozcan su responsabilidad de progenitores cuando ignoren el mandato de celibato y en omisión de la ley abandonen a sus hijos.

Sin embargo se reconoce que la presión ya ha dado sus frutos con la creación de la Comisión Pontifical para la Protección de los Menores, establecida por el Papa Francisco y que se ha iniciado con el estudio de las guías de trabajo para lidiar con los curas en desacato y los hijos que hayan procreado, conforme lo informa el reportaje en mención.

La organización Coping International se perfila como la primera importante iniciativa constituida en grupo de apoyo, para ofrecer consejos o recomendaciones a los hijos de sacerdotes católicos, también forma por primera vez una plataforma para el establecimiento de una línea de contacto con el Vaticano para buscar reformas como la ya exigida por la Real Comisión de Australia para la Institución de Respuestas al Abuso Sexual de Niños.

La función de Coping International se extiende por todo el mundo, pero ya en Canadá veinte hijos e hijas de sacerdotes católicos se han acogido a la ayuda de esa institución para exponer sus casos de abandono de sus padres, que después de ignorar la paternidad continuaron en el ejercicio del sacerdocio.

De acuerdo con el reportaje el Vaticano no lleva un récord de los “padres” que han roto con el celibato, en una población global de 400 mil curas católicos romanos para la atención de una población estimada en 1.1 billón de feligreses, lo cual de alguna forma hace difícil, aunque no imposible una investigación, que ahora puede ser de mandato con la acción de las mencionadas entidades.

Resulta importante el dato del reportaje, que informa que hasta el siglo XII los sacerdotes católicos podían “felizmente” casarse, pero a partir de las conferencias bajo la denominación de concilios Lateranos, fue prohibida esa licencia, pero de acuerdo con  informe atribuido al secretario de estado, arzobispo Pietro Parolin, la prohibición no fue estrictamente reforzada sino hasta el Concilio de Trento, en el siglo XVI. El retirado Papa Benedicto XVI, en su ejercicio declaró que el celibato en el sacerdocio es “un signo de completa devoción al Señor” y con insistencia repitió que eso nunca cambiaría. Pero el Papa Francisco ha sido menos categórico y ha especulado sobre la eventualidad de ordenar a hombres casados como sacerdotes. Antes de asumir el pontificado había descrito al celibato como una tradición más que un dogma. “Puede cambiar”, sentenció. –Continuará– (Datos estrictamente tomados del reportaje ya acreditado)

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