René Leiva

(En la entrega anterior -18-, nombre Claudio Federico Ñabas, dice “permanecía de ánimo”, debe decir permanencia de ánimo; nombre Paula Ñorbo, dice “intragable como el olvido”, debe decir intrigábale cómo el olvido…” Ocasionalmente, por fallas electrónicas, éstas provocan erratas en el texto. N. de los E.)

Obama, Jalil Murak, floreció durante el califato omeya en Córdoba, estudioso de Plotino, traductor al árabe de El Cantar de los Cantares, inventor del mújil, estrofa de contenido místico-erótico que influyera en Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz. Atribúyesele una adición apócrifa a Las Mil y Una Noches, por desgracia perdida en el incendio de un barco morisco que iba de Málaga a Latakia. Una sibila de Orán le profetizó que un descendiente suyo gobernaría un país en un continente desconocido.

Ocós Montúfar, Abel, su celebrada trilogía “Discreto encanto de la corruptela en Guatemala”, por la aportación de datos inéditos, secretos de Estado (militares), testimonios de primera mano, hallazgos insólitos, a lo largo de al menos cinco gobiernos seudodemocráticos, tiene más de documento para estudiosos que de obra literaria, de ficción o para el placer estético y la sensibilidad, según la crítica especializada. Ocós Montúfar no pudo evitar, como en tantos casos, que la cruel verdad, la realidad abyecta, los hechos concretos relatados en su trilogía, excediesen con creces su intención ficcional, novelesca; lo cual en nada demerita su obra.

O’Connell Menchú, Desiderio, asesor, consultor, motivador, “Cómo tener la (o el) sartén por el mango” fue la divisa de sus conferencias, disertaciones, lecciones magistrales, charlas, entrevistas. Su emblema gráfico fue un (o una) sartén sostenido por una vigorosa mano derecha. Sus colegas de la elitista Universidad Pedro de Alvarado le llamaban “El Sartén O’Connell”.

Ogáldez, Macedonio, cuando vio de espaldas a esa mujer en aquella concurrida calle, cabellera castaña, falta azul, blusa blanca, se dijo sin saber el motivo que con ella quería pasar el resto de su vida, y al atravesar presuroso la avenida tras aquella desconocida, la embestida de un carro le dio instantáneo cumplimiento a su deseo repentino pero absoluto; cabellera castaña, falda azul, blusa blanca.
Ommer, Kaspar Athanasius, aseguraba que Dios es muy milagroso y una prueba de ello es el milagro del mundo. Murió en la hoguera acusado de hereje.

Omóplato, discípulo de Sócrates, escribió celebrados diálogos de su maestro sobre metafísica, política y moral. Padeció una severa osteoporosis en la parte posterior de la espalda que aliviaba mediante dosis de calcio que con mucha cicatería le proporcionaba el Igss de Atenas. Considerósele un fetichista de la idea.

Opus Cero, rapero en la corte de Retino el Prudente, quien lo mandó al cadalso por misógino e incitar a la violencia infundada con canciones, ademanes, gestos, gesticulaciones y movimiento de manos considerados impíos, obscenos, simiescos y degradantes. Los restos de Opus Cero fueron arrojados a los buitres, que rehusaron devorarlos.

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¿Cuántos goles con mano de monóxido de arzufre ubiquista-liberacionista, durante la Semana Santa, metió la mafia corrupta e impune -de los tres poderes del Estado más anexos y asimilados- en la portería del pueblo, sin portero, sin defensas, sin árbitro, con alevosía y ventaja, en cuadrilla y nocturnidad…?

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