El proceso de elección de Fiscal General de Guatemala no ha pasado inadvertido para los investigadores periodísticos del sitio global InSight Crime que publican el día de hoy un extenso trabajo sobre cómo universidades de cartón y las influencias de las élites, grupos de presión y del crimen organizado, serán pieza clave en la designación de los aspirantes entre los cuales el presidente Jimmy Morales elegirá gustoso a quien asuma el cargo que ha desempeñado Thelma Aldana en total compromiso con la lucha contra la impunidad y la corrupción.

El trabajo se puede encontrar en el siguiente link de Internet: https://es.insightcrime.org/investigaciones/decanos-universitarios-filtros-caducos-en-la-seleccion-del-fiscal-general-de-guatemala/ y es ilustrativo sobre cómo las decanaturas de algunas “facultades” de Derecho se han convertido en pieza clave dentro de ese filtro inicialmente diseñado para trasladar a la verdadera academia el peso de la calificación de credenciales de quienes aspiraban a cargos tanto en el Ministerio Público como en los distintos Tribunales. La idea inicial era despolitizar la selección de candidatos idóneos para funcionar dentro de la administración de justicia, pero rápidamente se encontró la trampa y empezaron a surgir “universidades” de cartón que juegan un papel preponderante, por su número, en las Comisiones de Postulación.

La reciente investigación de la forma en que funcionan las Comisiones dio lugar a la captura de profesionales que han sido pieza clave del manoseo del sistema para garantizar la impunidad y debiera abrir los ojos sobre cómo se prostituyó el modelo hasta hacer que esa responsabilidad trasladada a la “academia” termine siendo peor que lo que antes teníamos. Se impulsó la creación de universidades de fachada y se prostituyó a los colegios profesionales y aún a las universidades que en verdad existen, en las que la elección de decanos y rectores se ha vuelto un auténtico negocio impulsado por el poder político que adquieren los electos.

El sistema obviamente no funciona y no da para más, siendo una de las cuestiones que, junto al anacrónico antejuicio, deberán reformarse cuando el país atine a encontrar el rumbo para modificar sus procedimientos tanto políticos como administrativos. No puede subsistir el modelo de las Comisiones de Postulación porque está visto que las mismas son también parte de la tan extensa cooptación del Estado que realizan desde distintas posiciones grupos de poder, político, económico o criminal, que dependen de la subsistencia de la impunidad para el logro de sus perversos fines que atentan contra la institucionalidad, la transparencia y la efectiva aplicación de la justicia.

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