Roberto Arias

José Marengo, experto en cambio climático del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil, INPE, en declaraciones científicas explicó por qué el bosque amazónico afecta las lluvias tanto en el sur de Brasil como en Argentina, Uruguay y Paraguay.

Los vientos que vienen desde el Océano Atlántico al continente americano, los vientos alisios, arrastran humedad para el interior de América del Sur tropical, o sea, la Amazonía y el noreste de Brasil. Y además de la humedad que viene del Atlántico, la vegetación amazónica contribuye humedad a través de un proceso de evapotranspiración, como se denomina a la evaporación de los ríos unida a la transpiración de las plantas.

También explicó Marengo que: ‘Si no estuviera el bosque amazónico llegaría menos humedad al sur, de forma que Paraguay, Uruguay, parte de Argentina y el sur de Brasil en parte deben su lluvia a la contribución de la Amazonía’.

Realmente existen dudas sobre los mismos estudios realizados, a pesar que los científicos han debatido el vínculo entre la vegetación y las precipitaciones durante décadas. Es bien conocido que las plantas devuelven humedad al aire a través del proceso de evapotranspiración, pero no está claro hasta dónde llega el impacto de los bosques en las lluvias en términos de cantidad o extensión geográfica.

Sin embargo, en mi opinión, son toneladas de humedad las que suben a la atmósfera a partir de la evapotranspiración, particularmente de la vegetación masiva, como la que están acabando los madereros en los bosques y selvas de todo el sur del continente americano y, en consecuencia, esta humedad obligadamente debe regresar a la tierra en forma de lluvia. Las dudas son de carácter eminentemente técnico, para que sea una aseveración científica.

De acuerdo con la BBC de Londres, los autores del nuevo estudio utilizaron datos obtenidos por satélites de la NASA sobre vegetación y precipitaciones, además de un modelo de predicción de patrones en los movimientos del viento.

Los investigadores analizaron la trayectoria de masas de aire provenientes de diversas partes de bosques para determinar la cobertura vegetal sobre la que se habían desplazado en los últimos diez días. Cuanto mayor era la vegetación sobre la que había viajado el aire, mayor era la humedad transportada y la cantidad de lluvia producida.

‘Debemos tomar en cuenta cómo ha interactuado el aire con la vegetación durante su viaje de miles de kilómetros’, dijo Stephen Arnold, investigador de la Universidad de Leeds y coautor del estudio.

La importancia de estos escritos basados en información técnica, se debe a que es de carácter vital hacerle un alto inmediato a la depredación de los bosques y selvas de Guatemala y del continente, porque el futuro mediato se ve totalmente desconsolador, si no se enmienda de inmediato este tipo de corrupción que no es solamente de dinero, sino de la futura vida o muerte de Guatemala, para quien pueda vislumbrarlo.

Los madereros del Petén siguen depredando “legalmente” la Reserva de la Biosfera Maya en el Petén.

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