Edgar Villanueva
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Se acerca la elección del sucesor o sucesora de la Fiscal General de Guatemala, Thelma Aldana. La misma se anticipa como un proceso complicado por los diversos sectores e intereses que se mueven alrededor de dicha figura. No todos esos intereses son malos, pero algunos de los más fuertes provienen de estructuras del crimen organizado y pretenden copar la Fiscalía General para beneficiarse de ella en búsqueda de fortalecer sus operaciones.

Por lo tanto, la elección es de vital importancia para la ciudadanía de “a pie” pues mientras menos intereses “represente” un candidato a Fiscal General, mayores probabilidades existen para que dicho candidato esté dispuesto a trabajar honesta y transparentemente.

En este sentido, se ha escrito ampliamente sobre los efectos que la elección de una persona no adecuada podría tener para la lucha contra la corrupción y la impunidad, así como el buen trabajo que el Ministerio Público ha venido haciendo con CICIG y con otros entes que apoyan la investigación con la Policía Nacional Civil. Sin embargo, poco hemos ahondado en los efectos que una mala elección podría tener en el entorno internacional.

Considero que la habilidad de nuestro país, especialmente de las autoridades involucradas en la elección del próximo Fiscal General, pondrá de manifiesto la funcionalidad de nuestro Estado. Asimismo, será vital para enviar las señales de confianza necesarias potenciales inversionistas e incluso puede ser un importante estímulo en el proceso de toma de decisiones de algunos países e instituciones cooperantes. En general, una buena elección de Fiscal General, tendrá un inmenso radio de efecto positivo.

Por el contrario, una elección gris en donde se evidencie el tráfico de influencias (de todo tipo y de cualquier actor) y en donde reinen las estructuras de compadrazgo espurio enviará señales que el país no “tiene remedio” y se generará la percepción que algunos de los avances que se han logrado, están retrocediendo. Recordemos que en el exterior la información se consume de manera más superficial y las noticias negativas sobre Guatemala son las que más se han divulgado por muchos años. Por lo tanto, otra mala noticia, solamente afirma el escepticismo que a veces se tiene en el exterior sobre nuestro bello país.

La elección del próximo Fiscal General tiene una trascendencia más allá de nuestras fronteras de manera más amplia de la que pensamos. No solo es un interés de nuestros vecinos cercanos, lo cuales tienen beneficios directos de trabajar de la mano de funcionarios capaces y transparentes; el interés es más amplio, muchos estarán pendientes.

En un país donde siguen reinando las organizaciones de tráfico de droga; donde, a pesar de los buenos avances, se sigue teniendo uno de los índices más grandes de homicidios por cada 100 mil habitantes; en el cual un grupo inconforme puede paralizar una carretera nacional y donde importantes proyectos de inversión son detenidos por retardos judiciales sin fundamento, una elección participativa y transparente del sucesor de Thelma Aldana, será una señal de confianza generalizada que seguramente trascenderá nuestras fronteras.

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