Oscar Clemente Marroquín
ocmarroq@lahora.com.gt

Ayer el diario inglés The Guardian publicó extractos del libro Fire and Fury escrito por Michael Wolff luego de haber sido autorizado por el Presidente de Estados Unidos para observar las intimidades de la Casa Blanca y para hablar con los distintos personajes del entorno del mandatario. El libro es, por lo visto, una bomba y la revista New York publicó ayer todo un capítulo, firmado por el mismo Wolff, en el que explica cómo la candidatura de Trump nunca fue para ganar la Presidencia sino para posicionarlo como un empresario poderosísimo y así catapultar su capacidad de hacer dinero.

Pero The Guardian y la prensa norteamericana han centrado sus ojos en las afirmaciones que Stephen Bannon hizo al autor del libro y en las que no sólo pinta al Presidente como incapaz, torpe y absolutamente descalificado para ejercer la Presidencia de la mayor potencia mundial, sino que además tiene durísimos calificativos para todos los que rodean al Presidente, especialmente para sus hijos y el yerno que constituyen la primera rosca de influencia. Llega Bannon a decir que la reunión que tuvieron Trump Junior y su cuñado Kushner con los rusos es un acto de traición y que, conociendo las relaciones y la forma en que actúan, no hay manera de que el magnate no estuviera informado al detalle de lo que ocurrió ese día.

La publicación no pudo caer en peor momento para Trump, puesto que ocurre al día siguiente de su tweet de niño berrinchudo y malcriado en el que contesta al dictador norcoreano que él tiene un botón nuclear más grande, más potente y que funciona muy bien, dejando en evidencia su poca capacidad para atender temas gravísimos de seguridad nacional y despertando en mucha gente la duda de si ese botón nuclear, que de hecho no existe más que en la imaginación de Trump, puede activarse en ejercicio del poder absoluto que tiene el Presidente para iniciar una guerra nuclear.

Los periodistas acorralaron a la vocera presidencial ayer preguntándole sobre la infantil e inmadura respuesta del Presidente, pero llegó también a tiempo la noticia del nuevo libro y su contenido como para que el tema fuera la guinda de la conferencia de prensa.

Antes de salir a venta oficialmente, el libro se convirtió ayer mismo en un auténtico “best seller” y la lista de pedidos en Amazon es descomunal, tanto para la versión impresa como para la versión digital que manejan en su sección Kindle.

Trump accionó ayer mismo para acallar a Bannon y tratar de prohibir la publicación del libro, afirmando que su estratega perdió la cabeza, lo cual corrobora que lo que dice el libro realmente corresponde con lo que piensa Bannon. Todo ello confirma lo poco que le importa a Trump el respeto a la libertad de expresión consagrada en la Primera Enmienda de la Constitución y su vocación autoritaria por no decir dictatorial, para suprimir derechos fundamentales cuando se siente acorralado.

Este “incidente” de Año Nuevo puede ser decisivo para los próximos meses y para el futuro de la presidencia de Trump.

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