Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82

En la política siempre hay segundas oportunidades o chances para reivindicarse y hay muchos casos en la historia en los que una o varias acciones de políticos, les han enderezado su futuro y algo así es lo que le viene a Jimmy Morales con la elección del nuevo Fiscal General de la nación.

Mi opinión personal es que el Presidente ya está más allá de cualquier posibilidad de retorno y ha emprendido un camino que no tiene vuelta atrás, consistente en operar los obstáculos que sean necesarios para minar cualquier esfuerzo por reformar el sistema y, sobre todo, porque se acaben las investigaciones que terminaron alcanzando a su entorno y a él en lo personal.

Pero he sabido de sendos esfuerzos que han emprendido algunos para intentar que el Presidente no escuche a sus miedos y/o las voces que estratégicamente lo tienen como punta de lanza en una lucha que les interesa ganar porque existen preocupaciones compartidas que se resumen en las investigaciones enderezadas o que imagino estarán por venir.

Y muchas de esas personas se han trazado la elección del Fiscal General como el hito que determinará de forma definitiva el lugar en el que está parado Jimmy Morales. La operación política del tema ya ha iniciado y hay quienes han planteado como una posibilidad el hecho de que la Comisión de Postulación que se debe conformar, haga el trabajo sucio y se encargue de que en la lista de seis no quede nadie “bueno” que pueda seguir la actual línea y así lavarse las manos sea fácil para el mandatario.

La Comisión de Postulación la conforman el Presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), los decanos de las facultades de Derecho, el Presidente de la Junta Directiva del Colegio de Abogados y el Presidente del Tribunal de Honor de dicho colegio y por eso es que será vital la fiscalización que se debe hacer sobre las actuaciones de quienes la integren. Pasarán a la lista de seis quienes tengan al menos el voto de las dos terceras partes de los miembros de la Comisión.

Morales deberá decidir si quiere seguir siendo utilizado e impulsado por sus propios miedos o enderezar el rumbo de su presidencia y su futuro. A pesar de todo lo que ha hecho, por increíble que suene, aún tiene chance de salir bien parado si decide aliarse al lado correcto de la historia, aunque dada su realidad, lo veo prácticamente imposible.

Dale una oportunidad me dijo un su asesor y le contesté, yo no soy quien para darla o no, pero sí veo al mandatario en la línea de muchos que opinan que la forma de ganar esta batalla es derribar los avances en las investigaciones y consolidar el sistema de la cooptación, porque estiman que sin investigadores fortalecidos podrán seguir la pachanga de la corrupción con las reglas actuales.

Pocas cosas me darían tanto gusto como que el mandatario me “tape la boca” a mí y a quienes creemos que él se la jugará en el lado equivocado. No debemos confundirnos, la elección del futuro Fiscal General es más importante que las mismas elecciones generales que se celebrarán en el 2019 y por eso es que los ciudadanos que deseamos cambios, no podemos perder esta batalla como tampoco podemos ser derrotados en el esfuerzo porque las futuras elecciones se celebren bajo otras condiciones.

 

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