Marco Tulio Trejo Paiz
Funcionarios de tránsito han dispuesto bloquear las entradas a la capital a los transportes pesados que contribuyen a provocar el congestionamiento de vehículos en las calles y avenidas de la metrópoli.
Se trata de los vehículos que impiden la fluidez del tránsito: los “trailers”, los camiones, los autobuses, etcétera.
La medida fue adoptada en marzo del corriente año, por lo que las unidades del transporte pesado deberán aparcarse en los accesos de ingreso a la ciudad de 5:00 a 9:00 horas; en la tarde de 16:30 a 21:00 horas, o sea cuando los pilotos de los trastones rodantes no deberán circular en las vías capitalinas.
Se considera que los automóviles y demás vehículos livianos podrán movilizarse sin mucha dificultad en todo el ambiente citadino.
Y es que, en las horas pico, resulta un serio problema conducir las carcachas normalmente.
Hay momentos en los que para pasar a los centros de trabajo o hacia las salidas de la capital cuesta varias horas la movilización de los mencionados automotores.
Viene, a propósito, un ejemplo: En los lugares de acceso y de salida de la ciudad, una cuadra se circula hasta en tres horas o más, y eso origina perjuicios de tipo laboral o familiar, porque se corre el riesgo de no poder llegar a los destinos de trabajo u hogareños. ¡Qué infortunio! Causa llamadas de atención en los planteles de trabajo y molestias en los domicilios
Por lo expuesto en líneas precedentes, son justificadas y plausibles las medidas en mención.
Tardaron en solucionar lo relativo al congestionamiento vehicular, pero diremos que nunca es tarde para resolver la complicada situación.
¡Ya veremos si lo dispone se cumple! Tendrán que ser los agentes de tránsito de la comuna a cargo de don Álvaro Arzú, a quien se reconoce una obra que no cualquier demagogo ambicioso podría realizar.
Estaremos ojo al Cristo, atentos, para ver los resultados de la referida disposición de tránsito en la superpoblada urbe capitalina que se ha ido como de cabeza en los barrancos, ¿verdad Juancho Pueblo?
