Roberto Arias

Investigar sobre los inicios del Gelato Artigianale en Guatemala me costó un poco de tiempo y constancia. Al propietario de “Gelato Primo de Roma” no lo conocía, y cuando investigué, me dijeron que estaba fuera de Guatemala; estaba de negocios en Italia. Él es un italiano nacido en Roma, hijo de madre guatemalteca y padre italiano. Vivió en Italia hasta los 30 años más o menos y decidió venir a establecerse a Guatemala. Cuando venía a Guatemala, sus primos chapines decían “Allí viene el primo de Roma”.

Su nombre es Stefano Vittorietti, y a los 30 años de edad vino a invertir y establecer la “Gelatería Primo de Roma”. Inició hace diez años en Plaza Fontabella, donde los transeúntes toman el fresco y un exquisito gelato de día o de noche, dentro de una enorme variedad de sabores.

Tal ha sido su éxito que ya ha instalado otras cuatro gelaterías en los centros comerciales más prestigiosos de la ciudad, proporcionando trabajo a muchos guatemaltecos, hombres y mujeres.

Si el lector conversa con un italiano que vive o ha vivido en Italia y le pregunta qué recuerdos le trae el gelato artigianale, les hablará describiendo imágenes vividas de momentos felices de su vida, por esa capacidad que tiene nuestra mente de asociar los sabores y los olores con estados de ánimo y gratos recuerdos. Es probable que les cuente acerca de la gelateria de su barrio, donde creció. No necesariamente la del local más grande o más vistoso, pero sí la que tenía el producto más sabroso, requisito indispensable para atraer a la clientela, que generalmente señala la tienda a sus amistades diciendo “lì fanno il gelato buono”, es decir “allí hacen un buen gelato”.

“Gelato Primo de Roma” se llama como decían sus primos cuando Stefano venía a Guatemala y, en italiano quiere decir, “El primero de Roma”. En español e italiano tiene un significado importante para Stefano a quien recientemente conocí por querer saber más sobre ese único y exquisito postre en Guatemala.

Dice Stefano: “Es bueno saber que todos los sorbetes de fruta son 0% grasa, puesto que contienen solo fruta, agua y azúcar. También en este caso, la simplicidad de los ingredientes es uno de los secretos de la cocina italiana. Si les gustan los números: un sorbete de fruta contiene aproximadamente 100 calorías por 100 gramos. Los sorbetes, ideales para los intolerantes a la lactosa, se aconsejan después de una comida sustanciosa o como un tentempié liviano y refrescante.

Los gelati que contienen leche, son ideales como postre, siendo un poco más calóricos, pero siempre quedándose cerca de las 200 calorías por 100 gramos. No tienen que renunciar a refrescar el paladar tampoco quienes no puedan consumir azúcar, en cuyo caso se aconsejan los sabores con Stevia, o las personas intolerantes a la harina, puesto que este ingrediente está presente en muy pocos gelati.”

Así llegó el Gelato Artesanal a Guatemala, por medio de Stefano Vittorietti, un joven italiano hijo de madre guatemalteca, que se enamoró de la Tierra del Quetzal y de una belleza chapina… con quien se casó.

Artículo anteriorBuena medida para descongestionar el tránsito capitalino
Artículo siguiente70 años de la Independencia de la India