Félix Loarca Guzmán

Efectivamente, el pueblo tomó el poder en favor de la paz y en defensa de su soberanía, pero eso no ocurrió en Guatemala, ya que nuestro país está secuestrado por los intereses del norte en alianza con algunos sectores locales del poder económico.

El pasado domingo 30 de julio, el pueblo de Venezuela inició una etapa de renacimiento al volcarse masivamente a los miles de centros de votación instalados en todo ese territorio, venciendo las condiciones de guerra creadas por grupos violentos de oposición con bombas molotov y otras armas.

Estos grupos trataron infructuosamente de impedir que los ciudadanos expresaran su voluntad por medio del voto, para elegir una Asamblea Nacional Constituyente que con 545 diputados representantes de todos los sectores sociales, se encargará de redactar un nueva Constitución, la cual abrirá el camino hacia la reconciliación nacional, luego de varias semanas de disturbios callejeros pretendiendo derrocar al gobierno del presidente Nicolás Maduro.

Miles de ciudadanos tuvieron que cruzar ríos y escabrosos caminos para evadir las barricadas y las intimidaciones, con las cuales los terroristas querían impedirles que llegaran a los centros de votación.

Según las autoridades venezolanas, de 21 elecciones realizadas en los últimos años, este fue el evento que contó con el mayor porcentaje de participación, en una clara manifestación de paz, prudencia y respeto a la democracia, rechazando las agresiones imperiales y la violencia fascista a través de un plan, destinado a apoderarse de su petróleo, ya que ese país, es el que cuenta con las mayores reservas del oro negro del mundo.

De conformidad con los datos oficiales, asistieron a los centros de votación 8 millones 89 mil votantes, equivalentes al 41.53 por ciento de participación, ante la presencia de 43 acompañantes internacionales, quienes con entera libertad pudieron observar el desarrollo de las votaciones.

Llama la atención que los principales medios de comunicación de Venezuela y de otros países de la región, que están bajo la influencia económica de la clase dominante, trataron de ocultar la forma impresionante en que el pueblo venezolano salió a votar. Sencillamente ignoraron lo que ocurrió, confirmando que en Venezuela se libra un combate comunicacional sin cuartel. En otros países, los medios solo dieron a conocer las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer sanciones contra el gobierno del presidente Maduro por llevar a cabo las elecciones.

Respecto a las declaraciones de un vocero de la Casa Blanca sobre que ellos no reconocen los resultados de las elecciones, el Presidente venezolano respondió en forma tajante: “Qué nos importa si ellos no reconocen los resultados. Lo que nos importa es la aprobación del pueblo de Venezuela”.

Hay que destacar que el pueblo venezolano es un pueblo heroico, pues salió a votar en medio de las amenazas terroristas y de violencia, resaltando que en ese país no mandan reyes ni emperadores, como sucede en Guatemala, cuyo gobierno está subordinado a los dictados del norte.

Hay que tener claro que en Venezuela se está jugando el futuro de América Latina, pues ahí es el punto candente de la pugna multipolar en la región entre las grandes potencias: Estados Unidos, Rusia y China Continental.

Artículo anteriorAtaque a la democracia en Venezuela
Artículo siguientePor si quedaba alguna duda