Por. Rolando Alfaro Arellano

Dedicado al culto pueblo y Gobierno de Suecia

Los antecedentes de la Conferencia de Estocolmo denominada, también, del amiente humano o entorno humano datan de los años setenta, debido a los diversos problemas suscitados entre países industrializados y en vías de desarrollo.

La crisis que cada vez aumenta entre los diferentes países y que se viene publicando año con año, según nos relatara el Doctor en Derecho Ambiental: Guillermo J. Cano, de la República de Argentina, y quien nos visitara durante la realización del segundo seminario de políticas ambientales, año de 1987, organizado por ASIES, personalidad que tuvimos el honor de atender en dicho evento, y de cuyas enseñanzas aprendiéramos bastante manifestó su preocupación por el avance de la contaminación ambiental y cuyo fenómeno se encuentra azotando a Guatemala y, que a la fecha venimos señalando tanto al pueblo como autoridades en esta columna de La Hora.

Sin embargo, históricamente consta que ante la problemática del entorno humano nacional y extranjero, la 24 Asamblea General de las Naciones Unidas en el año de l969, convocó a una Conferencia mundial que se reunió en Estocolmo, Suecia, en el mes de junio de 1972.

Por su parte, nuestro país asistió a la referida conferencia del 5 al 16 de junio de 1972, en el país ya citado, con participación de 112 naciones; habiéndose emitido la DECLARACIÓN DE ESTOCOLMO SOBRE EL MEDIO AMBIENTE, y, el compromiso de los gobiernos de velar en sus respectivas jurisdicciones territoriales, por la conservación y mejoramiento del ambiente, según lo escribiera Vicenzo Solombrino Orozco en el libro: EL MINISTERIO DE GOBERNACIÓN DE GUATEMALA. Tip. Nac. 1977.

Lamentablemente nuestro país no ha cumplido fehacientemente con lo acordado en Estocolmo, ya que después de la reunión relacionada, se ha avanzado muy poco, al extremo de emitir la LEY AMBIENTAL, que los legisladores de turno hicieran descansar en reglamentos que en su mayor parte no existen, dándose lugar a la anarquía legislativa que hasta la fecha existe.

Mis lectores comprenderán que el marco referencial lo constituye la ley, pero sin reglamentos carece de legitimidad y da lugar a la corrupción y desprestigio de nuestro país.

Lo anterior es simple de comprobar al estudiar la legislación de los demás países hermanos de Centroamérica, que ya han sobrepasado al poco trabajo que en la materia descrita existe en el territorio nacional.

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