Francisco Cáceres Barrios
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Los que tenemos la dicha de contar con vehículo propio cada vez perdemos más tiempo inmerso en el tránsito, de esa cuenta viendo de qué manera menos lo perdemos, lo aprovechamos haciendo llamadas por teléfono que el celular nos permite, aunque bien sepamos que ello significa correr el enorme riesgo de sufrir un accidente, pues impide dedicar toda la atención que amerita el conducir un vehículo en un sistema vial cada vez más obsoleto, complicado, violento y descuidado por nuestras autoridades.

Hace poco la municipalidad capitalina invirtió un chorro de dinero en tratar de mejorar el paso crítico del Periférico sobre la Calzada Roosevelt. Hay que reconocer que la obra se hizo en tiempo récord, pero lastimosamente sin llenar los requisitos que al menos impidieran el encontronazo entre los vehículos que, proviniendo del occidente, suben para dirigirse al norte de la ciudad y muchos detalles más que denotan falta de previsión y planificación de la obra, asunto preponderante en la larguísima administración de Álvaro Arzú. De ahí que insista en la urgente necesidad de crear el Consejo Nacional de Prevención de Accidentes para que aunando esfuerzos, eliminando intereses personales, sectarios o políticos se puedan evitar tantos problemas que trae consigo la improvisación o hacer las cosas a la carrera.

Lo peor de todo es que los pasos a desnivel, viales o como usted prefiera llamarlos suman y siguen, la mayoría porque teniendo intereses comerciales o inmobiliarios aportan recursos para resolver un problema particular pero, sin tomar en cuenta que con ello perjudican al resto de usuarios que utilizan la misma vía de comunicación. Ya se anuncia el aumento de carriles en el Anillo Periférico entre la Roosevelt y la San Juan; una nueva vía que comunicará la zona 11 de Mixco con el bulevar El Naranjo; distribuidores viales con el fin de descongestionar la zona 4 de Mixco en la 11 calle y Calzada San Juan; un distribuidor vial en la 7ª avenida y Calzada Roosevelt, zona 2 de Mixco, frente al edificio Eskala, como invertir Q52 millones en viaductos en las zonas 5, 6, 10 y 16 de la ciudad capital.

No es por terquedad, miopía o prurito de llevar la contra a las decisiones de las autoridades edilicias para mejorar la viabilidad de los vehículos automotores, pues sabemos que bien planificadas llegan hasta ser indispensables. Nuestra insistencia proviene del afán de hacer ese trabajo bien hecho, escuchando a los vecinos, atendiendo la técnica vial y el urbanismo indispensable que aportan los expertos en dichas materias, como también por la elemental aspiración ciudadana de por fin dejar la mala costumbre de complicar las soluciones o de solo satisfacer intereses particulares.

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