Grecia Aguilera

La Unión Europea destinará la cantidad de 4 millones de Euros para contrarrestar los efectos negativos que el fenómeno de El Niño ha provocado en el Corredor Seco de Guatemala, cuyos departamentos más afectados son Quiché, Baja Verapaz, El Progreso, Guatemala, Zacapa, Chiquimula, Jalapa y Jutiapa. Para el Excelentísimo Señor Embajador de la Unión Europea en Guatemala, Stefano Gatto “La UE tiene un compromiso firme con Guatemala en la lucha contra el hambre y la desnutrición. Para nosotros es urgente apoyar a las familias del Corredor Seco que están sufriendo las consecuencias de las constantes sequías. Este aporte se une a los 80 millones de Euros que se ha previsto invertir de 2016 a 2020 para apoyar a Guatemala en la implementación de políticas públicas que acaben con las causas estructurales que provocan el hambre. Este compromiso se ha renovado constantemente desde hace más de 20 años cuando se apoyaba a poblaciones que padecían hambre a causa del conflicto armado interno.” Por ello la Unión Europea conjuntamente con el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación, así como también la Secretaria de Seguridad Alimentaria y Nutricional, presentaron el viernes 3 de febrero de 2017 en las instalaciones del Hotel Hilton Garden, el proyecto “Respuesta al Fenómeno de El Niño en el Corredor Seco de Centroamérica”. El Representante del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas en Guatemala, señor Mario Touchette, durante la presentación del proyecto manifestó “Guatemala es propensa a múltiples riesgos y amenazas, incluyendo depresiones tropicales y huracanes, así como sequías y deslizamientos de tierra. La intensidad y frecuencia de los impactos climáticos han causado el deterioro de la seguridad alimentaria y la nutrición de las familias más vulnerables. Entre el 2000 y el 2015, Guatemala sufrió 47 eventos climáticos extremos que han socavado los medios de vida de miles de guatemaltecos. En el llamado Corredor Seco, las áreas más vulnerables son las planicies propensas a la inundación y laderas sobre-explotadas por cultivos de subsistencia. El fenómeno de El Niño cambió los patrones de precipitación, aumentando el riesgo de sequía así como deslizamientos e inundaciones. Los eventos de este fenómeno registrados en 1997, 1998 y 2015 han sido los más impactantes. A través del Programa Acción Pro-Resiliencia, conocido como PRO-ACT, la Unión Europea ha aprobado una contribución de Diez millones de Euros en Centroamérica para Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua con el propósito de apoyar a los agricultores de subsistencia, infra-subsistencia y jornaleros sin tierra, de forma significativa no sólo para mitigar y atenuar los efectos del cambio climático, sino para apoyarlos a ser más resilientes al cambio climático… El PRO-ACT trabajará con las autoridades nacionales y municipales para potenciar sus conocimientos y la implementación de sus planes a fin de apoyar a las comunidades a hacer frente a los impactos relacionados con el clima, en especial los períodos de sequía y fuertes tormentas.” El principal objetivo del Programa Acción Pro-Resiliencia será lograr “la rehabilitación de los ecosistemas degradados y mejorar la productividad de la tierra, con el fin de reducir la vulnerabilidad de la población ante las crisis climáticas y mejorar la seguridad alimentaria.” Dentro de los propósitos del Programa de Cooperación Regional de la Unión Europea para Centroamérica están la Integración Económica, la Seguridad, el Estado de Derecho, el Cambio Climático, la Gestión de Desastres y por su puesto apoyar la Estrategia Nacional para la Prevención de la Desnutrición Crónica en Guatemala.

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