Gladys Monterroso
licgla@ yahoo.es

“El primer signo de la corrupción en una sociedad que todavía está viva es «el fin justifica los medios».
Georges Bernanos

En la mayoría de los países se viven movimientos de cambio constante, para bien o para mal, los cambios son necesarios, pero no siempre los tipos experimentados en un entorno cultural funcionan en otro diferente, ya que existen factores internos que no permiten que determinado esquema dé el mismo resultado en los diversos estados socialmente diferentes.

El resultado de implementar sistemas que han sido un éxito en un país, el resultado puede ser en otro, si no a la inversa, complejo, o en el peor de los casos inaplicable, por lo que se convierte en un fracaso, incomprensible para la mayoría de quienes le promovieron, pero perfectamente comprensible con el paso del tiempo, y el estudio del contexto en que se llevaron a cabo los diversos cambios.

El último Informe sobre del Desarrollo Mundial sobre La gobernanza y las leyes, del Banco Mundial 2017, establece que no es solamente la creación de las normas, lo que debemos entender, también la modificación de las mismas un fin en sí mismas, lo más importante, son los actores que harán que las mismas se hagan efectivas, veamos un ejemplo en el país, en la reforma a la ley Orgánica de la SAT, se establece la develación del secreto bancario, uno de los objetivos que se asume es la formalización del mercado informal, que no lo observamos solamente en los mercados cantonales y tiendas de barrio, el mercado informal abarca el agro y sus similares, pero en contraposición se pretende eximir del pago de impuestos al mismo sector fundamental para el aumento de la recaudación tributaria, sin embargo, lo establecido en la reforma a la ley, de crearse la determinada exención, la misma será aplicada a los mismos de siempre, lo que es lo mismo, a quienes ya pagamos.

El citado informe menciona también que no se pueden mejorar las instituciones trasplantando el mismo tipo de mecanismos que resultaron exitosos en otro sitio, situación más que frecuente en el país, ya que cuando se tienen problemas (Que es de suyo frecuente) con las diferentes instituciones, se le pagan cantidades exorbitantes a “expertos” extranjeros para que nos den la receta mágica que funcionó en su país, pero acá es imposible su implementación, ya que somos diferentes, desde la forma de nuestro sistema jurídico, hasta nuestra cultura y costumbres, por lo que existiendo en el país expertos en los diversos temas, no se toman en cuenta, y si se toman, estos la mayoría de las veces copian la forma de otros Estados, fracasando con ello, desde la discusión hasta la puesta en práctica de dichos modelos institucionales.

Otro elemento a tomar en cuenta, son las asimetrías del poder, cuyos elementos son entre otros, es la captura, misma que se identifica cuando los grupos influyentes a menudo tienen la capacidad de adueñarse de las políticas y ponerlas al servicio de sus intereses más cercanos, por ejemplo, cuando influyen elementos con intereses particulares en instituciones en las que pueden trabajar en el subespacio, estos mismos sectores hacen fracasar cualquier decisión que perjudique los intereses que protegen, en más de lo que quisiéramos el país entero se encuentra capturado, no se trata solamente de una institución, o un poder, más de lo quisiéramos es parte de un submundo, en el que los negocios particulares prevalecen sobre los generales, y no es cuestión de un grupo en particular, es el sistema completo, por lo que por más que se encuentren unos tantos en procesos larguísimos, y no sabemos aún con que resultado, los negocios bajo la mesa no han parado, porque como platicaba con un valioso maestro, en este momento histórico todo tiene un precio, y quien llega a un espacio lleva bajo la mano un compromiso, el que se cumple sí o sí.

Y en este Estado capturado, las poco convincentes reformas constitucionales harán del nuestro, uno con hierros de acero.

Todo tiene hoy un precio, y poco tiene un valor.

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