Edith González
¿Quién dicta las normas de recontratación de personal?
Hace un año el presidente Morales gobierna nuestro país. Durante este tiempo hemos vivido acontecimientos sin precedentes, que nos dan idea que la historia puede cambiar, que la corrupción debe ser denunciada, tal como las violaciones, que llevaron a más de 27 mil niñas a convertirse en madres y actos de violencia que suceden cotidianamente contra los ancianos, las mujeres, los niños, las personas más desvalidas.
Hemos escuchado como el ciclo escolar concluyó casi con el tiempo requerido completo, las refacciones escolares lograron llegar a todas las escuelas, por el trabajo del gobierno, pese a la falta de organización de los centros escolares y que las personas vulnerables están siendo atendidas en albergues, pero es penoso seguir siendo víctimas de los manifestantes, que realizan bloqueos, para llamar la atención de las autoridades, ante la falta de voluntad política al diálogo y resolución de conflictos.
Los salubrista nuevamente realizaron acciones que atentan contra la libre locomoción y que les ponen en riesgo ante el disgusto de los conductores que deben esperar hasta que decidan retirarse. Estas manifestaciones podrían calendarizarse, pues suceden año con año al inicio del mismo. Y es que como existe personal contratado temporalmente, para que pueda seguir ganando su salario realizando un trabajo por demás necesario e importante para el buen funcionamiento de los hospitales, su contrato que al final representa una vergüenza para el Estado, pues no reciben bonos, no gozan de vacaciones, tratándoles como guatemaltecos de segunda, debe ser renovado, algo tan simple que aparece registrado en el pacto colectivo, un documento que fue firmado por el representante del Ministerio de Salud en su momento y miembros del sindicato.
Pero esto no ocurre. En esta ocasión son cerca de 31 mil guatemaltecos a quienes su contrato no ha sido renovado, dejándoles sin el sustento para sus familias, no por mala conducta, o anomalías en el trabajo sino por razones administrativas o decisiones voluntariosas de jefes de recursos humanos que realizan cambios en los tipos de contratos ocurriendo que los trabajadores deben seguir realizando su mismo trabajo, pero ahora deben certificar estudios superiores para hacer lo mismo que han venido haciendo por 1, 4, 7, 10 y más años y nadie les advirtió que debían certificar mayor grado de escolaridad, o se les asignan nuevas tareas con horarios más prolongados con el mismo salario que han venido devengando sin considerar resultados en beneficio de la salud de los guatemaltecos, ni grados académicos a través de su preparación para la realización de sus tareas.
La Ministra expresó que se recontratará por lo menos al 97% de esos trabajadores… Por qué no hacerlo de una vez, por qué cerrar posibilidades de estudios en lugar de ampliarlas. Parecería que sólo se le quiere dar razones al sindicato para salir a las calles y desprestigiarlo por pelear por el trabajo de esos salubristas y sus familias que suman más de 125 mil guatemaltecos
